Tomarse fotografías o selfies se ha convertido en una actividad de riesgo, ya que cada año decenas de personas mueren por buscar fotos en lugares arriesgados.
Excélsior dio a conocer que esta semana un turista alemán de 51 años, Oliver Paps, se encontraba en las ruinas de Machu Picchu en Perú y decidió tomarse una foto en una área restringida de la zona, pidió a otra persona que la tomara mientras él estaba sobre el pico de la montaña.
Mientras la otra persona tomaba la fotografía, Paps decidió saltar para hacerla más impresionante, desafortunadamente cayó a un barranco de 200 metros y murió en el lugar.
Los rescatistas recuperaron su cuerpo y pronto comenzarán los trámites para repatriar su cuerpo.