Quién.com informa que luego de meses de especulaciones sobre los motivos de su separación de Sherlyn, el político Gerardo Islas reveló a la revista Clase, de El Universal, su versión sobre los motivos que orillaron a la pareja a emprender vidas separadas a dos años de su boda.
"El trabajo de Sher y mi trabajo fueron los detonantes de que nuestra relación se diluyera. En un principio ella siguió con sus proyectos. Participó en las obras de teatro 'La casa de Bernarda Alba' y 'El salto del tigre', siguió viajando a Miami a conducir sus programas de televisión. Pero aunque ella no me lo dijera yo sabía que necesitaba de esa parte de su profesión. Se fue conmigo a Puebla y dejó a sus amigos, a su familia y, también su pasión que es actuar. Eso fue desgastando el matrimonio. Cuando regresó a las novelas en México yo no podía viajar con ella con tanta frecuencia así que, sin proponérnoslo, nos fuimos separando", explicó el político poblano al medio.
Sobre el momento en el que se dieron cuenta que la relación no funcionaba, Gerardo declaró: "Yo me encontraba en campaña para las elecciones de diputados federales (el proceso electoral fue el 7 de junio de 2015). Al principio Sher me apoyó con todo. Día y noche. Se puso la camiseta pero, hacia el final, ella inició las grabaciones de la novela 'Antes muerta que Lichita' en la Ciudad de México y yo me quedé en Puebla. No estuvimos lo suficientemente cerca desde junio hasta agosto (...) En septiembre de ese 2015 hicimos un viaje juntos. Pasando mi cumpleaños (el 9 de ese mes) estuvimos en Las Vegas. Al regreso a México decidimos 'darnos un tiempo'. Actualmente llevamos siete meses separados. Pero ha sido una separación con mucho amor, mucho cariño y mucho respeto".
"No comprendo cómo puede llegar un medio de comunicación a meterse en un tema tan privado y, literalmente, publicar canalladas", explicó Islas sobre la versión de una revista de circulación nacional que aseguró que el político era adicto al juego y alcohólico.
La misma revista aseguró, semanas después, que Gerardo era homosexual y ante ello declaró a Clase: "Todo es falso. Lógicamente estoy en los 30 años, no niego que salgo con mis amigos y salía con mi esposa, pero una cosa es eso y otra muy grave que me inventen cosas como que soy jugador. Literal no apuesto ni un volado. Y como cualquier chavo de mi edad salgo y me tomo una copa de vino en una cena, lo que hace la gente normal. Eso no es un pecado".
Aunque Gerardo declaró que la separación y los acuerdos entre la pareja han sido "fáciles" dados los buenos términos en los que concluyeron su relación, han pasado siete meses y no han firmado el divorcio: "A lo mejor (lo firmamos) en este mes (de marzo) porque después viene mucho trabajo para los dos (...) Ha sido un proceso. Pero después de siete meses de separación ya estoy listo para el divorcio", sentenció.