Semana dio a conocer que una serie de mensajes en Facebook llevaron a que la Policía irlandesa buscara a la cantante Sinead O’Connor en un hotel de Dublín. En uno publicado el domingo en la noche se leía en un fragmento: “Las últimas dos noches han acabado conmigo. He tomado una sobredosis. Es la única forma de que se me respete. No estoy en mi casa, estoy en un hotel en Irlanda, con un nombre falso. Si no estuviera escribiendo esto, mi familia y mis hijos no se enterarían”.

Tres horas después la policía anunció que la cantante estaba viva pero que estaba recibiendo atención médica. 

Aún no se sabe con certeza si efectivamente intentó suicidarse, lo cierto es que la cantante está mal emocionalmente y que lo está canalizando a través de las redes sociales, en donde tiene más de 500.000 seguidores. 

El sábado pasado Sinead también aseguro que “la música se terminó para mí. La música ha hecho esto. Me ha vuelto invisible incluso para mis hijos. Me ha matado el alma. No volveré nunca a la música”. 

En otro mensaje escribió: “Necesito desesperadamente un trabajo y un lugar en el que vivir. ¿Me puede ayudar alguien? Mi familia me trata tan mal que apenas consigo seguir con vida”.

Y previamente este año dijo que no volvería a cantar Nothing compares 2 u, su canción más popular, porque no lograba darle emoción.

El domingo en la noche al parecer estaba cerca de tocar fondo: “Soy una madre y una persona tan asquerosamente terribles que he estado sola, sollozando durante semanas. Todos me dicen que me vaya a la mierda. Soy invisible. No le importo a nadie”, decía.

Sinead, de 48 años, fue diagnosticada con bipolaridad en el 2003 y aseguró que había intentado suicidarse a los 33 años, según le confesó a Oprah Winfrey en una entrevista hace unos años.

Hace poco anunció que cancelaba todos sus conciertos, debido a que su hijo tenía “problemas de salud que podían en peligro su vida”. Por otro lado, en agosto de este año le practicaron una histerectomía (extirpación del útero), hecho que también compartió en las redes sociales.

Que estos mensajes obedezcan a un trastorno mental aún está en duda, pero de cualquier manera llaman la atención y resultan preocupantes. 

El trastorno bipolar provoca alteraciones en el estado de ánimo sin que necesariamente ocurran acontecimientos que los justifiquen. Algunas personas con esta condición usan las redes sociales para desahogarse de distintas maneras. El caso de ella apenas comenzará a estudiarse.