Microcosmos de lo que sucede en otros importantes municipios del estado de Puebla, en San Andrés Cholula, la víspera del cambio de gobierno, se desataron las pasiones –y la rebatinga– por el control financiero y político del ayuntamiento durante los próximos 4 años y 8 meses, una tentación muy difícil de evitar para quienes han hecho del ejercicio del poder público una fuente interminable de negocios personales.
Tal es el caso del ex presidente municipal Omar Eudoxio Coyopol Solís, quien pretende volver por sus fueros del brazo del edil electo, Leoncio (“Leo” para los cuates) Paisano, a quien aquel considera menos que un sujeto manipulable, que podrá manejar a su antojo.
Aunque sus cartas credenciales no son precisamente las mejores, dado que arrastra una conocida y documentada estela de corrupción y abusos a su paso por la alcaldía sanandreseña, Coyopol ya se afila las uñas dado que está seguro de que Paisano lo nombrará como su tesorero municipal, el lugar ideal para volver a hacer lo que se le pegue la gana con el abultado presupuesto.
Coyopol empezó a adquirir fama cuando fungió como coordinador administrativo del secretario de Administración Urbana del alcalde de Puebla Luis Paredes, Agustín Flores Cuadra. Fue desde ese ámbito que se dio a notar por encargarse del cobro de los “diezmos” por cada contrato de obra pública, por adelantado.
Más tarde alcanzó la alcaldía de San Andrés Cholula, donde en poco tiempo logró amasar una fortuna calculada en más de 50 millones de pesos, con un salario inferior a los 50 mil pesos mensuales. Sin contar sus propiedades en La Vista Country Club, Lomas de Angelópolis y Morillotla. Incluso hubo quien lo denunció por enriquecimiento ilícito, como el también ex edil Eliuth Solís Tototzintle.
Hoy, sabedor de que no hay memoria histórica, busca regresar al negocio del poder del brazo de Paisano, quien tal vez desconoce los antecedentes de Coyopol, quien fue capaz de traicionar al gobernador Rafael Moreno Valle durante la pasada campaña a la presidencia municipal y, más recientemente, de operar para Juan Manuel Oliva, gran capitán de El Yunque, en su visita del pasado fin de semana a Cholula en su calidad de precandidato a la dirigencia nacional del PAN.
Fue Coyopol, por cierto, uno de los autores intelectuales de la campaña subterránea contra el histórico arreglo entre Puebla y San Andrés Cholula en su disputa por los límites territoriales, filtrando información confidencial de este municipio al gobierno de Eduardo Rivera Pérez, con el fin de sabotear el acuerdo alcanzado finalmente en la pasada Legislatura del Congreso del estado.
Su último cargo conocido fue la Dirección de Ingresos de la Tesorería Municipal del gobierno, precisamente, de Rivera Pérez, desde donde manejó como quiso la recaudación por concepto del pago del impuesto predial y el servicio de limpia.
A costillas de Paisano, a quien ningunea, Coyopol ya se siente dueño de San Andrés Cholula, el poder tras el trono, y así lo va gritando a los cuatro vientos. Dice que la tesorería es suya, de nadie más; que ya nadie se la quita, ni siquiera el inquilino de Casa Puebla.
¿Será?