Un conflicto por el control y el poder de la electricidad derivó a que por más de un año mantuvieran tomada en Huauchinango instalaciones de una subestación, retuvieran a trabajadores de la Comisión Federal de la Electricidad (CFE) o que ignoraran pagar sus adeudos. Las protestas de sus pobladores no se limitaron a la ocupación de espacios, tampoco le pagaron a la empresa del estado, más de 598.8 millones de pesos, acumulados desde el 2011 hasta el primer semestre de este año.
La Unidad de Transparencia de la CFE informó a esta casa editorial en una solicitud de acceso a la información pública que entre 2011 y el primer semestre de este año sumaron 987 mil 479 adeudos de cuentas públicas de Huauchinango, con un valor por más de 490.1 millones de pesos; mientras que el Ayuntamiento de dicho municipio acumuló en el mismo periodo 108.6 millones de pesos sin pagar de 3 mil 806 pendientes.
Desde finales del 2009 comenzó el conflicto entre Huauchinango con la CFE, derivado a que se concretó la desaparición de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), por lo que la empresa del estado tomó el control del servicio, mientras los trabajadores quedaron en el desempleo con la decisión del gobierno del entonces presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.
Una de las acciones que promovieron los inconformes de la LyFC se trató de la toma de la Subestación Zacamila en Huauchinango, a la que el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) mantuvo su control por más de un año. El pasado 22 de noviembre acudieron elementos de la Guarida Nacional (GN) al inmueble a desalojar a los quejosos y recuperaron el espacio.
También los pobladores de Huauchinango se sumaron a los conflictos: el 8 de julio del 2016 la CFE confirmó que retuvieron a dos de sus trabajadores que realizaban una revisión en la colonia Jazmines, pero los rodearon 35 personas; otro caso se reportó el 19 de enero del 2014 que no permitían salir a cuatro empleados de la empresa del estado, para exigir que repararan el servicio en las inmediaciones de la colonia La Mesita.
