Hay pocas cosas sagradas para los políticos, quienes en su cotidiana actividad deben realizar acciones desagradables. No en vano bien dicen que la política es “el arte de tragar sapos sin hacer gestos”. Sin embargo, cuando se trata de dinero y de negocios que se realizan al amparo del poder, hay valores entendidos de lealtad que se respetan, al más puro estilo de la mafia, o la consecuencia es el rompimiento de los vínculos y las alianzas, que pueden desatar una animadversión entre quienes otrora fueron amigos y cómplices.
Por raro y lejano que hoy pudiera parecer, por tratarse de grupos que hoy libran batallas intestinas en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), los clanes de Blanca Alcalá y Juan Carlos Lastiri Quirós han mantenido como eslabón a un hombre que lo mismo les ha servido a los dos de testaferro y comparsa en negocios de abundantes beneficios.
Se trata de Jesús Alejandro López Márquez, socio y dueño de un cuarto de las acciones de la compañía Estilos Constructivos Sustentables, SA de CV, de la que Blanca Alcalá es dueña de la mitad, y que fundaron con su yerno Édgar Chumacero Hernández, en abril de 2011, apenas a 50 días después de que la hoy candidata del tricolor a la minigubernatura dejó la alcaldía de la capital poblana.
De acuerdo con el acta constitutiva, Estilos Constructivos Sustentables recibió la licencia para trabajar, parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el 20 de abril de 2011.
Ya antes, cuando Alcalá fue la alcaldesa capitalina, López Márquez había recibido como contratista, la asignación de obras por un total de 13 millones de pesos, entre 2008 y 2011, y luego como socio de la senadora con licencia en Estilos Constructivos Sustentables construyó un complejo de 45 casas en Zapotecas 21, colonia San Cruz Buenavista, en San Juan Cuatlancingo, Puebla, en sociedad con Mantenimiento Los Ángeles y el Comercio, y Desarrollo Serasis.
Esa operación y su participación en esa empresa fueron omitidas por la candidata del PRI y los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y Encuentro Social (PES) en su declaración 3de3, como reportaron en su momento la mayoría de los medios poblanos.
Jesús Alejandro López Márquez es oriundo de Zacatlán y ha mantenido casi de por vida una relación cercanísima a la familia Lastiri Quirós.
Es amigo cercano de los hermanos Juan Carlos, hoy subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Sedatu, y Roberto, quien ha sido acusado de ser dueño y socio de su poderoso familiar en la posesión “irregular” de 44 predios en Lomas de Angelópolis. Todo un potentado inmobiliario.
Aunque no hay ningún registro oficial de que haya trabajado en el gobierno de Enrique Peña Nieto, el zacatleco López Márquez aparece en sus redes sociales con camisas institucionales y en actos oficiales de la Delegación en Puebla de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), en los tiempos en que el encargado era el hoy diputado federal Lorenzo Rivera Sosa, antes de marzo de 2015.
Luego, en publicaciones de fotos del año pasado y el actual, aparece también con la camiseta y en eventos, pero ahora de la Delegación de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Coincidentemente, Lastiri dejó la subsecretaría que ocupaba en la Sedesol y con su jefa, Rosario Robles, se fue a despachar a la Sedatu, también por las fechas -agosto de 2015-, en las que Jesús Alejandro López Márquez hizo el enroque de delegación.
La relación cercana de Jesús Alejandro López con los Lastiri se evidencia en fotos tomadas en francachelas y reuniones bohemias en las que aparecen Juan Carlos y otras en las que posa al lado de Roberto. En algunas de ellas también aparece el yerno de Blanca Alcalá y actual jefe de su oficina, Édgar Chumacero.
También de manera directa, pero a través de la empresa Desarrollo Habitania, López Márquez ha trabajado para el ayuntamiento de San Andrés Cholula –del impresentable Leoncio Paisano- y figura en el padrón de contratistas de Acatzingo, un municipio dominado en buena parte por los Lastiri.
Las lealtades que hoy parecen rotas entre Lastiri y Blanca Alcalá, pues el primero se ha mantenido deliberadamente ausente de la campaña del PRI y orquesta una rebelión de alcaldes en su contra, dirigida desde la secretaría de Gobernación, que encabeza Miguel Ángel Osorio Chong, de la que ya di cuenta en otra entrega, tiene aparentemente su origen en disensos en torno a los negocios que habría entre estos dos grupos y personajes, de acuerdo con fuentes del PRI que conocen a pie puntillas los vínculos que tienen.
Mientras un clan, el de Blanca Alcalá Ruiz, lucha por ganar la minigubernatura, el otro, el de Lastiri, se esmera en ponerle el pie, pues está a la vista que no hay peor pleito que el que involucra los beneficios económicos y tiene como motivación rencorosa los acuerdos rotos.
Lastiri, Alcalá y sus respectivos familiares y grupos hoy son antagónicos, a pesar de su conexión: Jesús Alejandro López Márquez, el socio incómodo.
Dicen que para que la cuña apriete…