MARTHA ERIKA ALONSO DE MORENO VALLE Y EL 2018

foto-martha-erika-2

Y si el alcalde Tony Gali Fayad es la carta con la que el morenovallismo se la va a jugar en el 2016, ¿quién es o quiénes son los prospectos del grupo en el poder para el 2018? Tal es la duda que hoy agobia a muchos al interior del gobierno, un gobierno carente de suficientes cuadros de peso, o al menos de cuadros lo suficientemente preparados para enfrentar las grandes batallas electorales que se avecinan. Tal vez por eso muchos –ahora sí en serio- hayan empezado a voltear a ver a Martha Erika Alonso, la presidenta del sistema estatal DIF, la esposa del mandatario Rafael Moreno Valle, la mujer más influyente del estado, con un futuro y un perfil político muy pero muy diferente al de cualquier otra primera dama poblana.

No es la primera vez –y seguramente no será la última- que se hable con insistencia del Proyecto Martha Erika, un proyecto que obviamente no es el único pero que sí se valora con mucho cuidado y enorme delicadeza desde Casa Puebla. ¿Quién reúne mejores condiciones que ella para enfrentar a un PRI que irá por todas las canicas en el 2018, pase lo que pase en el 2016? Si a José Cabalán Macari Álvaro no le interesó nunca meterse entre las patas de los caballos y por tanto nunca creció… Si el diputado Jorge Aguilar Chedraui necesita trabajar más y más, con la disciplina y el método usado por el propio Moreno Valle desde el 2007… Y si el resto de cartas de plano no da ningún color, la opción de Alonso de Moreno Valle no es de ninguna forma descabellada.

De hecho se habla, e insistentemente, de que el informe que la titular del DIF rendirá el próximo 23 de febrero, en el nuevo Parque de la Niñez, será algo muy parecido a un “destape”, acompañado de una campaña publicitaria sin precedentes, muy similar a la que se ha venido desplegando en torno al primer informe del presidente municipal de Puebla, Tony Gali Fayad, la carta marcada del morenovallismo para ir a pelear -¿frente a la dubitativa Blanca Alcalá?- en el 2016. Si alguien va en busca de señales políticas rumbo al 2018, es muy seguro que las encuentre en el cuarto informe de la brillante presidenta del Patronato del SEDIF, respaldada por el gran papel que ha venido haciendo a través de este organismo transformando familias.

No es casual su integración a la vida del PAN, del que es militante activa e integrante del Comité Directivo Municipal, y tampoco le faltan méritos profesionales y políticos para convertirse en la parte medular del proyecto transexenal del grupo morenovallista. A partir de hoy, los futurólogos van a tener que considerarla dentro de los análisis de la sucesión del actual gobernador. ¿Si Alcalá va en el 2018, quién mejor que ella para enfrentarla? Mujer contra mujer. Y si a Alcalá le ordenan finalmente que vaya en el 2016, ¿qué priísta podría tener los tamaños para derrotar a Martha Erika en el 2018? ¿Lastiri, Zavala, Doger, Estefan…? ¿Algunas de las veteranas del Revolucionario Institucional?

Para nadie es un secreto el relevante rol que la titular del DIF estatal ha tenido en algunas de las más importantes decisiones del sexenio: es, por así decirlo, el espíritu que anima mucho de lo bueno que se ha hecho, especialmente desde el punto de vista humano y familiar. Un ejemplo, entre muchos, es el exitoso programa de adopciones, inédito en la vida pública de Puebla.

Es influyente pero discreta. Eficaz sin adornos. Informada y sin temores. Sensible y sencilla pero conocedora de por qué y para qué sirve el poder. Con gran popularidad y arraigo. Una pieza poblana casi perfecta, capaz de dar la cara por muchos de los que hoy mismo juran ser más morenovallistas que Moreno Valle.

En alguna ocasión, incluso, hasta desde la mismísima –y muy yunquista- dirigencia estatal del PAN se le ha mencionado como “una figura muy aceptada entre la opinión pública”, un fuerte, fuerte prospecto para la gubernatura, más allá del chisme de café, el rumor o la insidia.

Quien está pensando que al gobernador Moreno Valle no le interesa el 2018, debería darse una vuelta por el cuarto informe de Martha Erika. Tal vez ahí estén las señales que tanto andan buscando hasta por debajo de las piedras. Y es que la titular del DIF trae 70 por ciento de conocimiento y 17% de imagen positiva y 11% de negativa, con un potencial enorme de crecimiento.

Lo cierto es que el nombre de Martha Erika Alonso de Moreno Valle pone a muchos a pensar y a otros a temblar, particularmente en un PRI ausente de gallos de verdadero peso más allá de Blanca Alcalá.

¿Qué cómo se resolverá el hecho de que sea ¡la esposa del gobernador! la candidata a la gubernatura en el 2018? Bueno, pues no sería la primera vez que eso sucediera, aunque habrá que valorar con suma atención las ventajas y desventajas electorales sobre los efectos secundarios y colaterales de seguir un modelo similar al de Argentina con Néstor Kirchner y la actual presidenta Cristina Fernández –ni hablar del caso Martha Sahagún, pues ese proyecto fallido nació entre la frivolidad y la locura de un presidente frívolo y loco como Vicente Fox-.

Quién sabe si gobernador ponga gobernador; en Puebla al menos eso ha sido imposible en la época moderna. Lo intentaron Alfredo Toxqui, Guillermo Jiménez, Mariano Piña y sobre todo Manuel Bartlett, Melquiades Morales y Mario Marín. La tentación, estoy seguro, subyace en Rafael Moreno Valle, pero ¿y si no es gobernador?… Y en si en lugar de ese esquema, ¿resulta que gobernador sí pone pero gobernadora?

Para el análisis.

gar_pro@hotmail.com

Leave a Reply

You must be logged in to post a comment.