Nueva época, nueva piel. Este lunes la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) está de manteles largos. Y es que estrena identidad institucional, un esfuerzo histórico y titánico que se dice fácil, y se dice rápido, pero que refuerza y refresca la marca, unifica por vez primera criterios en materia de imagen y representa sin duda un antes y un después en la vida de la máxima casa de estudios de la entidad, que bajo el mando del rector Alfonso Esparza Ortiz sigue consolidándose en lo académico y caminando a gran velocidad hacia su internacionalización. No es tema menor: En la BUAP están convencidos de que para formar mejores estudiantes y mejores personas, que vivan transformando su entorno, se deben crear experiencias con base a sus ejes institucionales: conocimiento, calidad internacional, visión social y medios de apoyo.
En ese sentido, la imagen de la BUAP no es solamente su logotipo; abarca todo un sistema de comunicación que incluye los distintos medios que utiliza la institución para establecer contacto con el exterior. Es la expresión de su personalidad; la define visualmente y la diferencia de las demás.
El paso es gigantesco: nunca antes se trabajó como hoy para establecer una verdadera identidad gráfica.
Hasta ahora los esfuerzos en esa materia eran aislados, muy pobres y desorganizados; cada escuela y cada facultad, incluso, tenían su propia “imagen”, sin ningún elemento que las relacionara como parte de una sola matriz.
Privaban el desorden, la improvisación y la anarquía.
Es hasta la llegada del actual rector, Alfonso Esparza Ortiz, que comienza a plantearse la necesidad de dar un golpe de timón, en consonancia a un nuevo modo de entender y ejercer el poder universitario.
Y el resultado final es sorprendente y gratificante, a años de luz de la retórica, el conformismo y el caos del pasado.
¿Por qué una nueva imagen?
Es sencillo:
Porque hoy en la BUAP se actúa diferente, se piensa diferente y ahora, con su nueva imagen, se verá diferente.
Hay nuevo escudo institucional.
Nuevo logotipo.
Nueva marca compuesta.
Y nueva etiqueta.
Lo dicho:
Nueva época.
Nueva piel.
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El objetivo del rediseño de la identidad visual de la BUAP fue lograr una imagen que modernizara y unificara los aciertos de sus diversas versiones del escudo y logotipo, así como lograr un sistema de integración con los diferentes logos de las más de 100 instancias componentes de la universidad.
Para ello, el rector Esparza Ortiz estableció un Comité Consultivo de Identidad Institucional, que estuvo a cargo, de principio a fin, del proceso de desarrollo, que se llevó meses.
Dicho Comité fue integrado por los siguientes personajes:
Mtro. Rafael Cid Mora, director de la Facultad de Arquitectura.
Mtro. Alfredo Avendaño Arenaza, director de Comunicación Institucional.
Dr. Alejandro Palma Castro, director de la Facultad de Filosofía y Letras.
Mtro. José Carlos Bernal Suárez, director de la Escuela de Artes Plásticas y Audiovisuales.
Mtro. Israel León O´Farril, director de la Facultad de Ciencias de la Computación.
Durante los trabajos, las mesas de análisis y los grupos de enfoque, se encontró que, en términos de identidad, el valor más significativo de la BUAP es su histórico escudo y en éste la presencia de la Minerva o Atenea, diosa del conocimiento y de la guerra.
Todo un símbolo potencializado con la interacción permanente que tiene con el ave Fénix, esa figura mitológica y fabulosa que se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas; una metáfora perfecta de nuestras vidas y por supuesto de nuestra máxima casa de estudios.
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El desarrollo en sí mismo de la Nueva Identidad Gráfica de la BUAP no fue producto de improvisados o una ocurrencia de escritorio; de hecho, estuvo encabezado por un grupo de expertos internacionales que conformaron un equipo de trabajo alta calidad al cual, a sugerencia del rector Esparza Ortiz, incorporaron a algunos de los alumnos más destacados de la propia institución en áreas como arquitectura, artes plásticas y diseño gráfico.
A saber:
Dirección
Gabriela Rodríguez Valencia, México
Colaboración Internacional
Ken Cato de Cato Brand Partners, Australia
Equipo de Diseño Principal
José Miguel Hernández Chan
Diseño y Vinculación Institucional
Jonathan Mendoza
Diseñador
Alejandro Varela
Diseñador
Asistencia de Diseño
Jorge Rodríguez
Diseñador
Obed Meza
Diseño y asesoría histórica
Para darnos una idea del enorme talento desplegado:
Gabriela Rodríguez es egresada de la Escuela de Diseño del Instituto Nacional de Bellas Artes y ganadora de diversos premios nacionales e internacionales, así como miembro de la Alianza Gráfica Internacional en Suiza.
Y Kenneth (Ken) Cato es un diseñador australiano de gran prestigio internacional y presidente de Cato Partners Brand, con sede en Melbourne y con oficinas en Sydney, Buenos Aires, Hong Kong, Yakarta, Dubai, Madrid y Barcelona, entre otras ciudades.
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Juan Pablo Piña Kurzcyn es ya del nuevo jefe de la Oficina del gobernador de Puebla.
Un nombramiento largamente esperado y que consolida al gabinete de Rafael Moreno Valle.
Desaprovechado por su partido, el PRI, que siempre le regateó su indudable talento y capacidad de interlocución, el joven pero experimentado abogado –egresado de la Ibero y con dos maestrías en Barcelona y París- estará a cargo de un tema toral del morenovallismo, sobre todo en estos momentos: la coordinación institucional.
El hijo de ex gobernador Mariano Piña Olaya y de la actual comisionada del IFAI Patricia Kurzcyn empezó el sexenio como secretario de Servicios Legales y Defensoría Pública del gobierno de Puebla, posición desde la cual fue determinante para recuperar el predio conocido como “Valle Fantástico” y desactivar la concesión por 50 años del Aeropuerto de Huejotzingo, entre otros asuntos de Estado tan claves como delicados.
En las últimas semanas, tras renunciar como secretario general de la Fundación Colosio del PRI a nivel nacional, el también ex visitador general de la Comisión Nacional de Derechos Humanos ya venía fungiendo como asesor del mandatario estatal en asuntos jurídicos, contribuyendo al esclarecimiento del caso Chalchihuapan.
Leal y dueño de un sentido de la amistad excepcional, Juan Pablo Piña Kurzyn no es como lo pintan: es mucho mejor, y como jefe de la Oficina del gobernador va a dejar su huella positiva en muy poco tiempo.
Con todo y el dolor de sus detractores, que por supuesto tiene, y a montones, algunos heredados y otros adquiridos gratuitamente a lo largo de un camino como el suyo: exitoso, firme y siempre hacia adelante.