Posada Azul

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Más de 3 mil militantes panistas se dieron cita la tarde-noche de este martes en Casa Puebla para celebrar una posada que en términos reales fue más, mucho más que una posada.

Acudieron alcaldes y diputados electos y en funciones, legisladores federales, regidores, dirigentes de comités municipales del partido, miembros de la nomenclatura y operadores e integrantes de la estructura con que el grupo en el poder se impuso en las elecciones del pasado 7 de julio.

Todos reunidos en torno al gobernador Rafael Moreno Valle, anfitrión y protagonista de la fiesta.

Y es que hubo, sí, piñata, ponche y los acostumbrados cánticos de temporada, pero sobre todo un mensaje muy claro: el control del PAN está en Casa Puebla.

En ningún otro sitio.

No hubo mensaje político pero ni falta hizo: la mera presencia de tantos panistas fue la mejor prueba del liderazgo de quien ha hecho del blanquiazul un partido ganador.

El mismo que en público, y en privado, ha defendido que esa, no otra, debe ser la verdadera vocación de Acción Nacional.

La posada azul de Casa Puebla fue todo un éxito, sobre todo si se compara con la realizada el pasado sábado 7 de diciembre por el ala yunquista en “Las Estatuas”, a donde si llegaron 700 panistas, fueron muchos.

Diez días después Moreno Valle hizo la suya, con resultados totalmente distintos: casa llena.

Y el panismo en pleno, salvo el grupo encabezado por el alcalde Eduardo Rivera Pérez, celebrando con el gobernador un año inolvidable para el morenovallismo, consolidado en el poder y dueño de todos los hilos, adentro y afuera del partido.

Una demostración de fuerza, y un mensaje claro y contundente hacia el grueso del panismo poblano, en una posada que, como digo, fue algo más, mucho más que una simple posada.

¿Voy bien o me regreso?

gar_pro@hotmail.com

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