¿Por qué el ex candidato a la gubernatura está considerado hoy por hoy por el Comité Ejecutivo Nacional del PRI como el gran traidor del tricolor en el pasado proceso electoral local?
Aquí algunos datos:
Durante el proceso interno, Javier López Zavala presionó de diferentes formas al Revolucionario Institucional, inicialmente solicitando posiciones dentro de la estructura del partido, lo cual le fue concedido, otorgándosele la Secretaría de Operación Política, totalmente nula –y anulada- durante la campaña.
Posteriormente, exigió candidaturas obteniendo 69 a Presidente Municipal, de lo cual también se quejó ya que quería imponer candidatos en las 217 posiciones.
Además que es diputado federal por la vía plurinominal, es del conocimiento público que se le otorgó a una persona de su confianza la Delegación del ISSSTE.
Durante los trabajos rumbo a la Asamblea Nacional número XXI, manifestó en la Asamblea Estatal que no estaba de acuerdo con el proyecto de dictamen para modificar los estatutos, al cual se oponía rotundamente.
En 2005, mientras se desempeñó como secretario de Gobernación en el estado, hizo todo para que se le otorgara el registro al Partido Esperanza Ciudadana, presidiéndolo Carlos Navarro Corro, personaje muy cercano a Zavala, partido que después de la elección de 2007 perdería el registro.
“De la nada”, de repente, el mismo personaje, Carlos Navarro Corro, solicitó el registro para el nuevo Partido Social de Integración (PSI), el cual le fue negado inicialmente por parte del IEE y posteriormente otorgado por el TEE el 16 de marzo de 2013 procediendo de forma inmediata a anunciar en voz de su dirigente que iría en candidatura común con la coalición total Puebla Unida que encabezó el PAN.
Aunque negados, los nexos entre Navarro Corro y López Zavala están documentados por el CEN y se mantuvieron vigente antes, durante y después del pasado 7 de julio; el PSI es –fue- un instrumento del diputado federal para hacer perder al partido donde oficialmente milita, el PRI.
Personalmente, en Casa Puebla, López Zavala negoció candidaturas contrarias a los intereses del priísmo e impulsó a perfiles ganadores dentro del PSI, así como avaló que este partido fuera en candidatura común con Puebla Unida en no pocos distritos y municipios.
La operación zavalista fue literalmente catastrófica para el Revolucionario Institucional, pues provocó la pérdida de al menos 5 diputaciones, al tiempo de obtener 113 mil 958 votos en todo el estado en la contienda por las presidencias municipales, lo cual fue determinante para perder 22 municipios, en los cuales la diferencia entre PRI y la coalición Puebla Unida son los votos, precisamente, que sacó el PSI, tal y como se muestra en los siguiente cuadros:
Durante todo el proceso, en diferentes momentos, según consta en el CEN de César Camacho Quiroz, López Zavala denostó al PRI y a sus dirigentes y delegados, advirtiendo por anticipado que se perderían las elecciones y que estaba molesto por no haber sido “incluido” en el proceso interno. Sus palabras vaticinando la derrota fueron proféticas, sabedor del daño que su traición causaría a la larga a su partido.
En el CEN también hay registro de la forma en que buscó deslindarse de la debacle, asociando su derrota en 2010 a la pésima reputación de su padre político, el ex gobernador Mario Marín Torres, y afirmando que este estaba inmiscuido en el proceso interno del PRI en este 2013, declaraciones coincidentes con la estrategia de Puebla Unida de ligar a los candidatos del tricolor con el “góber precioso”.
Otro punto que no escapa al análisis del Comité Ejecutivo Nacional, y en especial de la secretaria general, Ivonne Ortega, es que la mayoría de los actuales diputados locales del PRI fueron impuestos por López Zavala en su calidad de candidato a la gubernatura.
Fueron estos mismos diputados los que obsequiosamente aprobaron las reformas morenovallistas que permitieron, primero, la siembra de consejeros afines en el Instituto Electoral del Estado; segundo, la redistritación favorable a los intereses del gobernador y de su megacoalición, y tercero, aunque no último, los partidos políticos estatales –como el PSI- y sobre todo las candidaturas comunes.
A la fecha, esos legisladores –en su mayoría- siguen obedeciendo a sus instrucciones políticas. No fue extraño, por eso, que hace unos días, avalaran por unanimidad la cuenta pública del jefe del Ejecutivo, contraviniendo las órdenes de la dirigencia nacional priísta, que ante el interés de que también se aprobara la cuenta del ex rector de la BUAP y ex candidato del PRI-PVEM a la alcaldía, Enrique Agüera, planteó no el voto en contra, pero sí la abstención para mantener congruencia con la línea discursiva que el partido mantuvo en la campaña contra el mandatario Moreno Valle.
Estos son, por ejemplo, los municipios ganados por Puebla Unida en candidatura común solo con PSI, otro elemento que al CEN le permite afirmar, hoy por hoy, que si bien hubo otros, y que dejaron sus huellas, López Zavala debe y merece ser identificado como el gran traidor del PRI en el proceso electoral 2013: