El PRI y la Rifa del Tigre

dogerguera

En las elecciones de 2004, cuando el candidato del tricolor fue el ex rector de la BUAP Enrique Doger, el PRI obtuvo 242 mil 950 votos.

Tres años después, en 2007, con Blanca Alcalá como candidata, el PRI -en coalición con el PVEM- sumó 224 mil 538 sufragios, es decir, 18 mil 412 menos que los logrados por Doger.

En el más reciente proceso local, el de 2010, el abanderado del Revolucionario Institucional y del verdeecologista, Mario Montero, sacó 201 mil 046 votos: 23 mil 492 menos que Alcalá y 41 mil 904 menos que Doger.

La historia –que pocas veces se equivoca- registra que Doger y Alcalá ganaron y fueron presidentes municipales, mientras que Montero no.

Montero fue, literalmente, arrasado por el hoy edil, el panista Eduardo Rivera, quien arropado por la coalición Compromiso por Puebla –integrada por PAN, PRD, Nueva Alianza y lo que era Convergencia-, se convirtió en el candidato más votado de todos los tiempos: 308 mil 697 sufragios.

En otras palabras: el priísta que quiera convertirse en presidente municipal en 2013, y cumplir por primera y única vez un periodo de gobierno de 4 años y medio, deberá obtener un registro de votación igual o superior al de Rivera, lo que se dice fácil –y rápido- pero por diversas razones suena a misión imposible.

Y es que es muy probable que el candidato del PAN, quien quiera que este sea, vuelva a ir en una mega coalición, una unión de fuerzas que tendrá la virtud, entre otras, de concentrar el voto anti PRI, todavía muy presente en una amplia franja del electorado, pese al contundente triunfo de Enrique Peña Nieto en la elección federal de este 2012.

A eso hay que sumarle que desde 1995, en cada proceso electoral, el PRI siempre sacaba más votos que en la elección anterior, aun perdiendo la presidencia, y que aquellos tiempos parece que tardarán en volver porque ya nadie, además, gana solo con su voto duro o leal.

Y que a pesar del obvio, y paulatino, crecimiento del listado nominal, los nuevos electores han preferido votar por el “Partido Abstencionista”, que no tiene registro pero sí –como se sabe- peso específico.

Es cierto: no es lo mismo ir a una contienda en la orfandad que con el apoyo del Presidente de la República, pero aun así, ¿quién va a ser el valiente que le garantice al PRI que va a obtener por lo menos los votos que sacó Eduardo Rivera para poder ganar y recuperar Puebla capital?

¿Agüera? ¿Pepe Chedraui? ¿Doger? ¿Alguien más?… ¿Quién, pues, se quiere sacar La Rifa del Tigre?

gar_pro@hotmail.com

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