Algo va a tener que hacer, y pronto, el gobernador Rafael Moreno Valle para evitar que un nuevo escándalo empañe el horizonte poblano.
Esta vez se trata de la Universidad para el Desarrollo del Estado de Puebla, mejor conocida como la UNIDES.
La mira deberán ponerla en José Ojeda Bustamante, rector de la institución que no sólo la ha convertido en un negocio familiar, sino que debido a sus documentados abusos y excesos, ya terminó con el escaso prestigio académico que le quedaba.
A reserva de ampliar detalles sobre la profunda crisis que agobia a la UNIDES, urge revisar estos nueve puntos:
1. Acoso sexual a una secretaria, a quien primero relegó a un cargo menor por no aceptar sus más que directas insinuaciones y, con un segundo descuento, acabó forzando su renuncia.
2. Hostigamiento moral y complicidad con el acoso sexual por parte de Horacio Martínez Vargas, director académico.
3. Cobro de una parte de su sueldo a varios integrantes de la universidad de su entera confianza.
4. Manejo indebido de contratos. El caso más grave identificado es la Asociación FUNDEMOS, cuya administración controla el mismo José Ojeda. Hay indicios de que a través de este medio se financió la millonaria boda del rector, particularmente el regalo de bodas de la cónyuge, un Mazda de color negro, que se facturó a nombre de FUNDEMOS mediante el pago a contado en dos exhibiciones.
5. Desvío de recursos del Programa de Educación a Distancia, por vías diversas: aviadores, facturas fabricadas –como la de un evento inexistente facturado por gastronómica-, incluido el desvío de pago a los promotores para cubrir un siniestro (aproximadamente 70 mil pesos).
6. Pago de gastos personales (paquetería, invitaciones, tintorería, gasolina, comidas familiares, etcétera) con dinero de la universidad.
7. Hostigamiento laboral, despidos injustificados e imposición de cambios de adscripción. Casos críticos: el despido del abogado general y el cambio forzado de la subdirectora administrativa, con claras intenciones de facilitar el uso libre de contratos y pagos. Hay suficientes indicios para sospechar que el rector desvió recursos a la campaña de su hermano, Ibsen Ojeda Bustamante, quien fue candidato a diputado federal en el estado de Guerrero.
8. Retención de cheques emitidos por la UNAM a aplicadores de exámenes del Programa de Educación a Distancia.
Y 9. Contratos que involucran a una asociación civil manejada por los hermanos de su esposa.
En este sexenio, la UNIDES presume ser “la universidad para la gente que quiere mejorar”.
Lo que en ningún momento revela es lo que realmente hay detrás de las paredes de sus oficinas centrales, ubicadas en la 13 Poniente 2904 de la ciudad de Puebla.
Lo único bueno es que a partir de hoy, muchas, muchas explicaciones va a tener que dar el maestro José Ojeda Bustamante.
¿O cómo dijo el gobernador?
¿Nadie por encima de la ley?