Arturo Luna Silva
“Tartufos”.
“Canallas”.
“Cobardes”.
“Egoístas”.
“Hipócritas”.
“Fantoches”.
“Burgueses de nacimiento”.
“Usurpadores de profesiones”.
“Profesionales de la mentira”.
“Mercenarios”.
“Grillos centaveros”.
“Traidores”.
“Mentirosos”.
“Fariseos”.
“Malditos”.
Y “cucarachas”.
Eso –ni más ni menos- dijo ayer la diputada Irma Ramos a panistas y perredistas.
Vamos: se les fue a la yugular.
Y desde la más alta tribuna del estado, la tribuna del Congreso, donde subió para denunciar en voz alta, altísima, las maniobras de su partido, el PRD, para expulsarla por el “pecado” de oponerse en -público y en privado- al matrimonio electoral entre azules y amarillos.
Adjetivos, fuertes adjetivos que, además, endosó con nombres y apellidos:
Jesús Ortega Martínez.
Miguel Ángel de la Rosa.
Erick Cotoñete.
Y Elba Cerezo, entre otros integrantes de las dirigencias nacional y estatal del sol azteca.
Fúrica, la Ramos les dijo:
“A quienes pretenden suspenderme mis derechos, a quienes traicionan los principios de respeto, de libertad, de dignidad de la mujer, les informo que los actos ilícitos generan acciones nulas.
“Si con esta pretensión los miembros del Comité Directivo Estatal del PRD pretenden crear un clima de terror que preocupe a quienes no estamos de acuerdo con sus imposiciones, les digo en nombre de miles de mujeres perredistas que sus fantocherías y sus complejos de dictadores no tendrán eco; tartufos, eso es lo que son”.
Añadió, pensando sobre todo en Miguel Ángel de la Rosa:
“A quienes presentaron una queja en mi contra, pregunten a los militantes las quejas que tienen respecto a ustedes perredistas de nombre pero burgueses de nacimiento y usurpadores de profesiones; pregunten qué opina la sociedad de que reciben dinero, que estrenan camionetas, que no pagan cuotas, que prometieron renunciar si había coalición, pregunten a la base qué opinan respecto a su inclusión para ser diputados plurinominales, pero sobre todo qué opinan que durante mucho tiempo fueron unos profesionales de la mentira, atacando con sus palabras al gobierno estatal pero pidiendo apoyos económicos y en especie para intereses personales, vendiendo su dignidad, qué bueno que muestran el cobre, ¡mercenarios!, qué bueno que la sociedad sabe que son grillos centaveros, que se mimetizan, que se ufanan como dirigentes pero que se arrodillan ante el poder”.
Y concluyó:
“¡A ver traidores!: sostengan lo que dicen, no le den la vuelta, díganle al PAN lo que en verdad piensan de ellos, díganle que durante mucho tiempo juraron que irían en alianza con el PRI. ¡Mentirosos!, eso es lo que son, ¡traidores! todos aquellos hombres y mujeres que piden mi suspensión de derechos, hipócritas, fariseos, qué bueno que Puebla sabe quiénes son ustedes, porque sus nombres saldrán a la luz pública para que no sigan como las cucarachas, viviendo en abundancia pero haciendo de su vida una basura” (sic).
Desde hace mucho, mucho tiempo no se escuchaba un discurso tan subido de tono en el sacrosanto Palacio Legislativo poblano.
Y menos proveniente de una diputada.
Ocurrió ayer.
Y no tuvo réplica.
No.
(Ni modo mujer, traes puñal).
***
El que ya también se puso intenso es el proceso priísta en Tehuacán para elegir candidato a la alcaldía.
Hay, de hecho, información importante sobre la designación de Marco Antonio Balseca Romero como virtual candidato del tricolor a la presidencia municipal.
Y es que en aquella ciudad es de sobra conocido que Marco Balseca sólo heredó dos cosas: primero el apellido y segundo las enormes deudas que le dejó su padre en la empresa refresquera “Manantiales San Francisco”.
En Tehuacán hasta los jóvenes saben que la familia Balseca está en completa bancarrota y que buscaron la candidatura a la presidencia como una tabla de salvación a los muchos problemas económicos y legales que tienen en su contra.
Para Balseca la candidatura era una tabla de salvación ya que prácticamente tenía un pie en la cárcel.
Tan crítica es la situación económica de Marco Balseca que ni siquiera tiene automóvil propio. En Tehuacán es cotidiano verlo transportarse en taxis.
En el escritorio del delegado del IMSS, Francisco Fraile García, por ejemplo, obra el expediente de las empresas de Marco Balseca.
Con el nombre fiscal de “Grupo Mexicano de Agua SA de CV”, el joven Balseca tiene un adeudo total con el Instituto Mexicano del Seguro Social por 235 mil 627 pesos 33 centavos.
El expediente en poder de Fraile asegura:
“Patrón con acciones constantes de evasión en el pago de sus aportaciones de seguridad social.
“Constantemente cambia de razón social: “Manantiales San Francisco SA de CV” cambió a “Autotransporte de Carga Mercurio SA de CV”, además de una inmobiliaria, al ser tenedor de toda la manzana especula con los accesos y en consecuencia domicilio fiscal, lo que entorpece los actos de embargo”.
Empero, apenas el pasado mes de febrero la Sub Delegación del IMSS en Tehuacán ejecutó un “embargo precautorio” contra la empresa de Balseca Romero.
De acuerdo con una indagatoria en Ciudad Judicial, estos son los dos expedientes que Balseca tiene en su contra y que se desahogan en juzgados poblanos:
Juicio Ejecutivo Mercantil con el Expediente Número 1544 / 2009 del Juzgado Séptimo de lo Civil por un monto de 1 millón 116 mil 865 pesos.
Juicio Ejecutivo Mercantil con el Expediente Número 1557 / 2009 del Juzgado Noveno de lo Civil por un monto de 163 mil 103 pesos.
En el estado de Tabasco, donde “Grupo Mexicano de Agua” (razón social de “Manantiales San Francisco”) también distribuye refrescos y adonde Balseca pasó su domicilio ante el SAT, estos son los expedientes:
Juicio Ejecutivo Mercantil con el Expediente 1495 / 2007 del Juzgado Segundo de lo Civil de Villahermosa, Tabasco por un monto de 1 millón 365 mil pesos.
También ha sido denunciado penalmente ante la Procuraduría de Justicia del estado de Tabasco, como consta en la averiguación previa número 275 / 2009, de la Primera Agencia de Villahermosa por el delito de “Fraude” por un monto de 645 mil pesos.
Esta es la radiografía del actual candidato del PRI a la presidencia municipal de Tehuacán.
Y quien además, para colmo, lleva a Félix Alejo como compañero de fórmula.