Arturo Luna Silva
Quizá porque no suele asustarse con el petate del muerto.
Pero el gobernador Mario Marín la tiene más que clara:
Los inconformes con la unción de Javier López Zavala como el candidato del PRI al gobierno del estado tienen dos opciones: sumarse o irse del partido.
Y es que eso precisamente dijo, nada más que con otras palabras, a las escritoras y mujeres periodistas, con quienes se reunió a desayunar el pasado martes en Casa Puebla.
Marín expresó textualmente:
“Habrá descontentos porque hay gente que piensa que son los grandes candidatos, pero en esas situaciones la dirigencia del partido debe ser conciliadora, aunque en ese aspecto el partido debe cuidar que no se vayan los buenos, los malos sí, pero los buenos no”.
¿En quién estaba pensando “El Gran Elector” cuando señaló que “hay gente que piensa que son los grandes candidatos”?
¿Y en quién o quiénes cuando subrayó que “el partido debe cuidar que no se vayan los buenos, los malos sí, pero los buenos no”?
Para como están las cosas hoy en el PRI, no es difícil adivinarlo.
Usted como yo sabemos las respuestas.
Es decir: te lo digo Juan para que lo entiendas Doger.
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También el martes, sólo que por la tarde, Mario Marín estuvo con la lideresa nacional del PRI, Beatriz Paredes.
Junto con los gobernadores de Durango y Veracruz, compartieron reflectores durante la celebración del 95 aniversario de la promulgación de la Ley Agraria de 1915, organizada por el líder de la Confederación Nacional Campesina, Cruz López Aguilar.
Al término del acto, Marín y Paredes sostuvieron una breve pero sustanciosa conversación privada.
Y, según la fuente, de todo lo que platicaron, algo quedó en firme: la tlaxcalteca no será dique para que el poblano maneje su sucesión de la forma que mejor crea conveniente.
Con todo lo que eso implica.
Todo.
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Por cierto: el que andaba muy, pero muy contento en la celebración cenecista era Jesús Morales Flores, que pertenece precisamente a ese sector del PRI.
El hermano de Melquiades ya negoció y negoció bien, por lo que ya ni siquiera llegará como precandidato a la asamblea de delegados.
A partir del 16 de enero, hará patente su respaldo a la candidatura de unidad de López Zavala, y su estructura, que la tiene y bien aceitada, estará a la disposición del para entonces ex secretario de Desarrollo Social.
Y es que Chucho se va a la campaña.
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Mañana viernes comerán, obviamente en privado, López Zavala y Jorge Estefan Chidiac.
El ex diputado federal es ya un hombre clave para el PRI de cara al 2010.
Por lo que es y representa, tiene –y merece- un sitio de privilegio dentro del proyecto zavalista.
El próximo sexenio será el sexenio de Jorge Estefan Chidiac.
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El que está que trina contra Blanca Alcalá es Enrique Doger.
En sus cálculos, el flemático ex rector esperaba que la alcaldesa le siguiera el juego y se sumara a la rebeldía contra el marinismo.
Cosa que hasta ahora no ha sucedido.
Y ahora el muy valiente no la baja de “cobarde”.
En los últimos días del año pasado, en el portal de noticias del periodista Raymundo Riva Palacio, “Eje Central”, aparecieron publicadas estas líneas:
“Marín se ha empeñado en imponer a su secretario de Desarrollo Social, Javier López Zavala, como el próximo candidato a la gubernatura, pero el delfín no crece por más que intenta. En cambio, el candidato casi designado del PAN, Rafael Moreno Valle, va volando en las encuestas.
“En las últimas mediciones, Moreno Valle le saca cuando menos 15 puntos en las preferencias electorales, y la cifra sigue creciendo. No sucede lo mismo con la presidenta municipal de Puebla, Blanca Alcalá, quien cuando es comparada con Moreno Valle, lo derrota. El problema es que Marín no la quiere a ella. Cualquiera menos Alcalá. ¿Por qué tanto odio? Quizás porque no le pertenece políticamente. Pero hoy en día, para el PRI, sería su mejor candidata, aunque le duela al gobernador”.
Hasta ahí la cita.
Es importante decir que no fueron Blanca Alcalá ni su operador de medios, Emilio Trinidad, los autores intelectuales de los comentarios que aparecieron en “Eje Central” sobre el caso Puebla.
No son tan burdos.
En el cuarto de guerra de la presidenta municipal saben, sin embargo, quién y por qué se los sembró.
Es el mismo que estuvo detrás del golpe a Mario Marín en “Reporte Índigo”.
El mismo que, en su desesperación, sigue practicando aquello de “Divide y vencerás”.
Máxima que no le funcionó con Jesús Morales.
Tampoco con Jorge Estefan Chidiac.
Menos con Alberto Amador y Víctor Hugo Islas.
¿Será que Alcalá sí se dejará engañar y manipular?
El 16 de enero se sabrá.