La condición del piso parejo en contiendas proselitistas, casi nunca cumplida y siempre anhelada, encuentra puntual pulcritud en Puebla, con el gobierno de Sergio Salomón Céspedes Peregrina. La reciente visita del presidenciable Marcelo Ebrard Casaubon fue un ejercicio de equilibrio, difÃcil de conseguir, que mostró la imparcialidad que aquà se vive.
Este escenario, que procura el mandatario poblano, además está muy cuidado.
No exhibe ni un bache.
El titular de la SecretarÃa de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard, se sintió en Puebla como en casa.
La operación para cobijarlo, con el apoyo de miles de poblanos, fue exitosa.
La cifra varÃa según quien cuente la historia.
Las matemáticas en estos actos masivos de apoyo también dependen del cristal con que se miren.
Dejémoslo en miles.
El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) poblano cumplió bien.
Lo hizo a pesar de que a nivel nacional ya se ha pronunciado la jerarquÃa verdeecologista por Claudia Sheinbaum.
El diputado federal poblano Juan Carlos Natale hizo su trabajo.
Tuvo manos eficientes, como las del lÃder verde en la capital poblana, Ricardo Chavero.
La respuesta de los marcelistas poblanos fue notable.
El canciller vivió el sábado, en el Centro Expositor de Los Fuertes, una de sus mejores jornadas, desde que fue enlistado como posible sucesor de Andrés Manuel López Obrador.
Ante los asistentes, presumió su lugar en las encuestas.
Según él, es el puntero.
Habrá que decir que el Gobierno del Estado de Puebla no metió la mano para la concentración.
La dejó correr al natural.
Donde sà se vio esa mano, equilibrada, fue en el contexto más oficial de la visita de Ebrard.
A la comida que se organizó en Casa Puebla, fueron invitadas las bancadas locales y federal de diputados de Morena.
Los discursos fueron sobrios, aunque llenos de esencia.
Marcelo reconoció la pluralidad polÃtica de Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
El gobernador hizo la reflexión de que no se trata de ver quién quiere, sino más bien quién puede encabezar el paÃs.
Los dos se lanzaron halagos.
A muchos llamó la atención que, entre los invitados y en la mesa principal estuvo el coordinador de los diputados del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Ignacio Mier Velazco.
Los falsos agoreros adelantaron pronósticos y canturrearon hipótesis.
Les duró el gusto unas horas.
Luego de la comida, vino el acto oficial de inauguración de las oficinas de pasaportes de Tepeaca.
Se consiguió gracias a la gestión que, como presidente municipal, arrancó el hoy gobernador poblano.
Un logro que le da mucho gusto.
AhÃ, en su propia tierra, el invitado fue otro.
El presidente del Senado de la República, Alejandro Armenta, estuvo en el presÃdium.
Recibió la atención de los asistentes.
Las hipótesis, los pronósticos y las apuestas que muchos habÃan hecho, apenas hacÃa unas horas, respecto de la presencia de Ignacio Mier en la comida, terminaron en el suelo.
Sergio Salomón dejó en claro que en Puebla se recibe a todos.
Se dialoga con todos.
Se toma en cuenta a todos.
Que los brazos se abren por igual a todos los aspirantes.
Que aquà lo del piso parejo no es una cantaleta.
Ha recibido el gobernador a Claudia Sheinbaum, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
A Adán Augusto López Hernández, el secretario de Gobernación federal.
Ahora llegó el turno al canciller Marcelo Ebrard.
En el tono del trato, en el contexto de la lucha por la candidatura de Morena a la gubernatura, es el mismo para Alejandro que para Ignacio.
Hay pulcritud.
Hay sobriedad.
Hay equilibrio.
El piso está plano y sin chipotes.