La sexta ola de la COVID-19 ha llegado a Puebla, con el final del año y el arranque intenso de las bajas temperaturas. A la par, habrá jornadas de vacunación con la fórmula cubana Abdala, como refuerzo para mayores de 18 años. El uso del cubrebocas nuevamente será obligatorio y la autorregulación en los establecimientos serán ingredientes en los protocolos. Pareciera una cantaleta que se ha repetido hasta el cansancio, pero otra vez es la única forma de cuidarnos. Como antes y como siempre, está en nuestras manos la prevención.
El titular de la Secretaría de Salud, José Antonio Martínez García, ofreció, en la conferencia matutina del Gobierno del Estado, las cifras que se elevan día con día.
De acuerdo con el último corte y al cierre de esta entrega, hay 618 casos activos, entre ambulatorios y hospitalizados, y están registrados en 25 de los 217 municipios de la entidad.
El nuevo decreto, publicado el pasado lunes, establece medidas que ya conocemos y que, en el pasado, se han aplicado con mucho éxito, particularmente en Puebla.
En resumen: uso de cubrebocas en lugares cerrados.
También en lugares abiertos con aglomeraciones.
Sana distancia.
Estornudo de etiqueta.
Lavado frecuente de manos.
Reforzamiento de los protocolos sanitarios para el acceso a inmuebles.
Uso de gel.
Lo que ya sabemos.
Lo que hemos aprendido en esta terrible pandemia que llegó a Puebla en marzo de 2020.
El documento, que emitió el titular del Ejecutivo estatal, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, entra en vigor este miércoles 21 de diciembre y también establece que se mantiene el aforo a ciento por ciento en lugares públicos.
Ahí, la responsabilidad de cada gerencia o propietario definirá los accesos.
La autorregulación que antes ha dado buenos resultados, es menester.
Lamentablemente, después de varias semanas sin decesos por el coronavirus, este martes se informó de una muerte a consecuencia de la COVID.
La Secretaría de Salud detalló que se trató de un paciente de 78 años de edad.
Tenía hipertensión y diabetes.
Además, no estaba vacunado contra el SARS-COV-2.
Cada muerte es una tragedia humana, familiar y social.
Pero nuevamente nos debe dejar lecciones.
La vacunación es indispensable.
No hay mejor forma de contener la enfermedad.
Ni de recuperarse sin contratiempos, en caso de que nos contagiemos.
Sabemos exactamente quiénes son las personas vulnerables y requieren mayores cuidados y precauciones.
Apliquemos la experiencia que hemos adquirido.
Pero que esos cuidados y precauciones no opaquen el futuro de 2023.
Que a Puebla, ya tan golpeada por las tragedias, no se le apague la esperanza.
Que sea bienvenido el próximo año.
Garganta Profunda tomará un receso.
No leemos el próximo año, pero seguiremos atentos.
Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo.