La votación que habrá comenzado en la madrugada de este 12 de septiembre, exactamente a las 04:30 horas, y que se prolongará hasta las 18:00 horas, definirá el futuro y la sustentabilidad de la empresa Volkswagen en Puebla, en México y luego también en Europa.
La tercera ronda para definir si los sindicalizados aceptan el incremento de 11 por ciento -9 directo al salario y 2 en prestaciones-, mantiene en vilo y gran expectativa al estado, pues la planta genera alrededor de 30 por ciento del PIB local; al país, por el impulso económico que representa; a Europa, donde hay 63 fábricas de la armadora alemana, y al mundo, donde son en total 122. El tema es de alta gravedad.
La oferta numérica de la empresa al Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen de México (Sitiavw) es la misma, pero viene con un aliciente.
Será retroactivo al 20 de julio.
En las dos votaciones anteriores, hubo visos de manos negras metidas en la decisión que solamente tiene que ser de los trabajadores.
En la primera, se presentó una extraña apatía.
No participó siquiera el 70 por ciento del padrón de los sindicalizados.
En la segunda, con una mínima mayoría, se rechazó nuevamente el incremento.
Sin embargo, se comprobó la injerencia política de diputados de Morena.
Específicamente, de la legisladora plurinominal chihuahuense, Susana Prieto Terrazas, quien tiene intereses específicos, pues ella representa a otro gremio que se quiere quedar con el contrato colectivo de VW.
Ella es cercana al poblano Ignacio Mier Velazco, coordinador del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en San Lázaro.
Susana Prieto estuvo presa en Tamaulipas, en 2020, por motín, amenazas y coacción de particulares.
Tras esos escenarios, manchados de sospecha y con evidencias de intromisiones, van a una tercera votación.
No solamente se están jugando su futuro y su bienestar los 6 mil 867 afiliados al SITIAVW.
Hay mucho más y, desconocerlo o despreciarlo, es irresponsable.
En Puebla, la planta da dinamismo a la economía local.
Representa, según varias estimaciones, más de 30 por ciento del PIB estatal.
Y lo es porque de la planta poblana también dependen otras 106 empresas, que prestan servicios o son proveedoras.
En el eje de este debate y jaloneo está realmente la viabilidad económica de la armadora en todo el mundo, en donde tiene 122 fábricas.
No miente la empresa, como anunció en un comunicado, al asegurar que no puede incrementar más de ese 11 por ciento a los trabajadores en la planta poblana.
Y no puede por un tema de equilibrios en todo el mundo.
En sus 63 fábricas de Europa el incremento de este año no superó 8.5 por ciento.
Darles a los trabajadores en México más, desatará un caos.
Nuevas revisiones contractuales.
Impedimentos para incrementar a todos.
Riesgos de seguir operando en México.
Posibles cierres en otros lugares.
No es fácil.
La votación comienza a las 04:30 horas de este 12 de septiembre.
Se cierra a las 18:00 horas.
13 horas y media de tensión.
De jugarse el futuro.