Arturo Luna Silva
Mientras son peras o son manzanas (es decir: mientras el “delfín” marinista termina de cuajar), Blanca Alcalá no se duerme en sus laureles.
Como Alejandro Armenta, como Enrique Doger, como Jorge Estefan Chidiac, como Jesús Morales, sabe que esto no se acaba hasta que se acaba y que todavía hay una posibilidad –mínima pero al fin posibilidad- de ganarle (casi arrebatarle) la sucesión al “Gran Elector”.
De hecho, la presidenta municipal inició hace unos días una actividad política inusitada y más que eso: verdaderamente significativa, en el Distrito Federal, el corazón del país.
Acudió a la capital de la República para sostener encuentros de gran nivel con actores de la política nacional y entrevistas con periodistas de sólida reputación, con los que intercambió opiniones e ideas sobre lo que está pasando en Puebla.
Fue sin duda una jornada intensa y sobre todo productiva.
Y es que desayunó con el columnista del periódico “Reforma” Miguel Ángel Granados Chapa.
Luego, tomó café con Alejandro Ramos, del diario especializado “El Financiero”.
Posteriormente se sentó con Roy Campos, el director general de Consulta Mitofsky –una de las empresas encuestadoras, por cierto, que serán contratadas por el PRI para medir el posicionamiento de quienes aspiran a suceder a Mario Marín-.
Ya en la tarde comió con los periodistas José Reveles y Miguel Badillo.
Y por la noche encaró su último compromiso: una cena con el ex mandatario poblano Manuel Bartlett Díaz.
Hasta donde el columnista logró enterarse, esta fue la cita más importante de Blanca Alcalá.
La alcaldesa acudió a don Manuel –su antiguo mentor y en cuyo sexenio fue secretaria de Finanzas y diputada local- en busca de luces que guíen su camino, difícil camino, hacia la máxima posición de poder en el estado de Puebla.
Una carrera en la que no pocos marinistas la quieren fuera.
“No se pelee con el gobernador (Marín)”, le dijo Bartlett a la primera mujer en gobernar la capital poblana.
“Ponga sus cartas sobre la mesa, exprésele sus intenciones, no lo engañe, trate de llegar a acuerdos, con mesura, con prudencia”, agregó.
Y Alcalá no ignoró los sabios consejos de quien conoce las tuberías del poder –y a Mario Marín- como pocos.
El miércoles de la pasada semana, durante dos horas, la presidenta se entrevistó con el gobernador en Casa Puebla.
Sí, Blanca no se duerme en sus laureles.
¿Alguna duda?
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Por favor no se pierda hoy en la edición de Puebla On Line la encuesta estatal de la empresa Consultores y Marketing Político S.C., de la prestigiada Gisela Rubach, sobre los aspirantes del PAN al gobierno del estado.
Mañana le presentaré lo correspondiente a los priístas: ¿acaso el “delfín” va arriba de sus rivales? ¿Es López Zavala mito o realidad?…
Aquí nos vemos (y leemos).