Arturo Luna Silva
¿Pues pa´dónde chutas, mijito?”.
Ésa es una pregunta que fácilmente le podría hacer –por supuesto en la íntima intimidad- don Jesús Morales Flores a su querido hijo Jesús Morales Rodríguez.
Y es que ayer, al medio día, Jesús Morales Jr. no tuvo empacho en presentarse oficialmente como porrista ni más ni menos que de Javier López Zavala.
Lo anterior sucedió en una reunión privada que el secretario de Desarrollo Social sostuvo en el Hotel Lastra con diversos jefes policiacos que le acarreó –por cierto en horas de oficina- el subsecretario de Seguridad Pública del gobierno del estado, Armando Toxqui Quintero.
Jesús Morales Jr. se desempeñó como director de Vialidad estatal y actualmente funge como director de la Policía Metropolitana, donde hace como que trabaja mientras hace como que combate al crimen organizado.
Y junto con su alter ego Armando Toxqui y otros mandos policiacos se puso ayer a las órdenes del “delfín” marinista. Ahí no´más “para lo que se le ofrezca”… en la campaña.
Ya se sabía que Jesús Morales Flores – bien definido por el periodista Alejandro Mondragón como un “perfecto cabrón”- no contaba con el apoyo de su hermano, el ex gobernador Melquiades Morales, quien no pierde oportunidad de deslindarse de su inquieto consanguíneo y en aclarar, “mire usted”, que no está, no, detrás del proyecto.
Ya la CNC aclaró que no tiene “gallo” para la gubernatura (a pesar de que Jesús Morales Flores, el filoso filósofo de Santa Catarina Los Reyes, es del sector campesino).
Pero lo que no se sabía, pero ahora ya se sabe, es que tampoco reúne simpatías entre ¡su propia familia!
Porque este jueves, ante varios, varios testigos, quedó claro que a Jesús Morales Jr. le late fuerte –y alto- el corazón zavalista.
¡Sorpresas te da la vida!
O cría cuervos…
Como diría el extinto jefe del clan Morales:
¿Y no habrá por ahí una (gubernatura) pa´mi Chucho?
***
Por cierto, Javier López Zavala debería tener mucho cuidado con los espejitos que trata de venderle Armando Toxqui Quintero.
Y es que ayer, a la reunión del Lastra, este personaje le llevó a algunos mandos policiacos que verdaderamente dejan mucho, pero mucho qué desear.
Toxqui le dijo que estarían los más importantes y los más representativos de la seguridad pública estatal, pero lo cierto es que le llevó pura pipitilla y no pocos traidores.
Se entiende que no haya estado “mi general” Mario Ayón, pues su adicción a las bebidas espirituosas lo tiene siempre fuera de circulación.
Tampoco José Luis Sobreira, metido en su eterna soberbia.
Pero no que el bueno para nada de Toxqui haya engañado a López Zavala poniéndole enfrente a Javier Rojas y que se lo haya presentado como el único y auténtico “líder” de los policías estatales, cuando el tal Rojas ya no lo es desde que fue desconocido por pérdida de confianza por sus colegas, luego que vendió a sus superiores el más reciente movimiento de protesta de los uniformados.
Tampoco se vale que Toxqui haya llevado a Erick Contreras, subdelegado de delegaciones de Vialidad estatal, y no al jefe de éste, Carlos Arroyo Salamanca, director general de la corporación, y que le haya dicho a Zavala que en Vialidad todos, todos ya están con él, cuando es una mentira.
Y menos que haya llegado del brazo del comandante Guillermo Palma, a quien busca colocar desde hoy como el sustituto de Juan Elvira Camarena como director de la Policía Estatal Preventiva, quien de seguro ni enterado está de la conjura en su contra.
Y es que el ambicioso subsecretario de Seguridad Pública ya quiere comerse todo el pastel a pesar de que éste ni siquiera empieza a hornearse.
Si López Zavala le cree todo a Toxqui, quien más parece su enemigo que su aliado, qué luego no se ande quejando.
De hecho, un gran favor se haría a sí mismo el aspirante a Casa Puebla si se quitara de encima a éste y otros lambiscones profesionales que en nada, pero en nada le ayudan a poner los pies sobre la tierra.