Las ganancias anuales que deja una Notaría son incalculables y dependen de muchísimas variables, pero su piso de utilidades es siempre de siete dígitos, mínimo. Su otorgamiento, desde siempre, ha sido con base en la discrecional facultad el titular del Ejecutivo en turno en Puebla, que tradicionalmente las otorgaba como premios políticos a sus amigos, aliados, familiares y prestanombres. Eso ahora se ha acabado.
Este sábado, la Comisión de Procuración y Administración de Justicia del Congreso local aprobó en lo general, y por unanimidad, el dictamen que expide la Ley del Notariado para el Estado de Puebla.
Es una iniciativa que fue enviada por el gobernador Miguel Babosa Huerta.
Abroga la Ley del Notariado del Puebla.
Comparativamente, se amplía la norma en 79 artículos, los que detallan exhaustivamente el largo procedimiento y los muchísimos requisitos para conseguir una patente de fe pública.
Los exámenes, el desarrollo, el jurado y hasta la vigilancia de los postulantes, convierten a las pruebas poblanas en las más estrictas del país.
De acuerdo con la norma, será imposible superar el examen por medio de un tercero o con pruebas simuladas, como tantas y tantas veces ha ocurrido a lo largo de los años.
Hay ahora también una Carrera Notarial.
Esta demanda capacitación permanente.
Mayor competencia profesional.
Otro punto innovador es que se deben evaluar las condiciones sociodemográficas, económicas y de la necesidad del servicio notarial, para abrir una nueva patente.
Antes, casi casi, era a gusto del compadre, amigo, aliado o cómplice en turno, que decidía en donde quería abrirla.
No vamos a entrar en detalle, porque, aunque muchos obtuvieron sus patentes por medio de actos de complicidad, otros en cambio cumplieron los requisitos de las normas de la época.
Pero es público que muchos ex gobernadores o sus familiares tienen Notarías.
Comenzando con Mario Marín Torres, cuya patente está en litigio para serle retirada completamente.
Muchos ex funcionarios tiene una también.
Ahí está el caso de Valentín Meneses, hoy preso en San Miguel, que es notario en ejercicio.
De las 29 que se entregaron irregularmente en el morenovallismo, ya se recuperaron 25.
No solamente se trató de premios de lujo, pensiones vitalicias que se obtenían al amparo de la actividad política, sino que también fueron mercancía en venta.
Cajas registradoras con ganancias seguras, a lo largo de los años, que se cotizaron en el pasado hasta en millones de dólares.
El proceso legislativo que se ha seguido va en tiempo y forma.
No se puede aducir que se haya legislado al vapor.
En las voces que se opongan a esta norma, que pondera el ejercicio notarial y le devuelve la salud jurídica y el decoro, encontrará usted a quienes han sido perjudicados.
Son los mismos que por años se beneficiaron de aquella perversa discrecionalidad.
Solitos se delatan.