El partido Movimiento Ciudadano (MC), del senador veracruzano Dante Delgado Rannauro, se desfondó muy pronto en el actual proceso electoral y ha presentado, hasta ahora, candidatos sin fuerza, morralla de otros tiempos y otros institutos, quienes lo único que garantizan -así lo muestran los números- es una ruta hacia un inevitable fracaso en las urnas el próximo 6 de junio.
Incluso, está MC ante el riesgo de la pérdida del registro, si no alcanza a rasguñar ese tres por ciento de la votación efectiva, que exige el Instituto Nacional Electoral (INE).
En este contexto, la candidata del dantesco partido político a la capital poblana será Elvia Graciela Palomares Ramírez.
Así ha trascendido.
Si el nombre no le dice nada, es porque no hay mucho qué decir.
O no hay mucho que aplaudir.
Se trata de Grace Palomares -como también la conocen-, ex marinista, ex priísta, ex verdeecologista, ex panalista y ahora con MC.
Fue diputada federal en la atípica elección de 2015, cuando el tricolor ganó al morenovallismo tres de los cuatro distritos electorales federales de Puebla capital.
Siempre se ha señalado que una negociación entre el entonces presidente Enrique Peña Nieto y el entonces gobernador poblano llevó a ese inesperado resultado.
En todos los tres años de la LXIII Legislatura (2015-2018), Graciela apenas presentó 8 iniciativas y 4 puntos de acuerdo a título personal.
Se dedicó más bien a convertirse en adherente y suscriptora de otras propuestas de sus entonces compañeros del PRI.
Luego, quiso ser, en el proceso de 2018, diputada local por el Distrito 20, pero perdió contundentemente.
Consiguió apenas 2 mil 400 votos, en un distrito en el que se emitieron 82 mil 122 sufragios en esa jornada.
Apenas 2.9 por ciento de la votación efectiva en ese distrito.
Así, Movimiento Ciudadano, con esta candidata, quiere dar una competencia en la capital poblana.
La realidad es que ni para el registro le alcanza.
El partido de Dante ha dado muchos bandazos y ha coqueteado con varios renglones torcidos de la política poblana y viceversa.
Quizá el más grotesco Marcelo García Almaguer, saltimbanqui profesional.
Hace unos meses, cuando se pensó que MC iría aliado con el Partido Acción Nacional (PAN), muchos buscaron su cobijo.
Dante recibió con los brazos abiertos a ex priístas, ex morenovallistas y ex de lo que fuera.
Incluso, varios de los recién convertidos amagaron con destituir de la dirigencia al actual presidente estatal, Fernando Morales Martínez, hijo del ex gobernador Melquiades Morales.
La fiesta era por todo lo alto.
Los desafíos al PRI se lanzaban con soberbia.
Los ex tricolores escupían sobre la nueva dirigencia de Néstor Camarillo y su equipo y los tildaban, de antemano, de perdedores.
Muy rápido dio vueltas el juego.
Luego de que Dante Delgado, quien unos días se pelea y otros halaga a Andrés Manuel López Obrador, decidió ir a las contiendas federal y local en solitario, se acabaron las fanfarrias.
Quienes pudieron, regresaron a sus ex partidos o buscaron otros.
Quienes no, tuvieron que conformarse.
Hubo quienes, al salir, por ejemplo, del priísmo estatal, lanzaron tantas acusaciones, improperios y desdenes, que no pudieron desandar el camino.
Ya no son bienvenidos.
Ahora no les queda otra que ir con MC al final.
Como candidatos.
Como cartuchos quemados.
Como aspirantes que no se ve que puedan conseguir siquiera tres por ciento en sus votaciones.
“La vida te da sorpresas”, reza la popular canción.