Con la paciencia que requiere la construcción minuciosa de una ruta, Gabriel Biestro Medinilla mide tiempos, hace números y analiza circunstancias para no ir a una aventura incierta hacia la alcaldía de Puebla capital en 2021. Las cosas, para malestar de sus detractores, se le han venido acomodando; las cifras, los días y los caminos se están alineando.
El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado es un aspirante serio y en serio.
De eso no hay duda en nadie.
El camino es muy claro y muy próximo.
Primero, deberá ganar la encuesta interna del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Se prevé que será abierta a la población y no solamente a la militancia.
Eso lo beneficia.
Es un escenario de relativa comodidad para el hoy presidente del Congreso local.
Después, vendrá la lucha en la contienda constitucional.
Ese momento, si llega, tendrá su propia estrategia.
El viejo axioma de la política poblana de “primero el uno y luego el dos” le queda a Biestro.
Lo sabe.
Lo mide.
Por ello, no habrá licencia a su curul en el corto plazo.
Los apresurados están más bien afuera, que adentro del equipo cercano de Gabriel.
La Constitución lo obligará a dejar la curul local a finales de febrero.
Si es que decide contender.
Como se ve que será.
No hay prisas.
La construcción de la ruta sigue.
Aún se teje en los detalles finos.
Se llevará del Poder Legislativo local buenas cartas de presentación.
Una labor ardua y efectiva.
Más de una veintena de leyes y reformas aprobadas.
De Educación, Víctimas, de Bienes Asegurados, la Electoral, la eliminación del fuero, entre muchas más.
Ha sabido conciliar con la oposición.
Ha mostrado temple.
Por primera vez no se avasalló al contrario y eso ya de sí representó una dificultad especial.
Y más importante: ha sabido conducir a la mayoría legislativa de ésta LX Legislatura, con sus espinas agudas y manzanas podridas internas.
Y vaya que estruendosas.
La etiqueta de “delfín del gobernador”, a diferencia de ser un lastre, le viene como impulso a Biestro.
Además, pocos recuerdan un elemento fundamental en él: es un morenista puro.
Viene de trabajar en tierra.
Emergió desde muy abajo.
Mucho antes de formar parte de la nomenclatura poblana de Morena, ya había gastado mucha suela en las colonias, juntas auxiliares, inspectorías y unidades habitacionales de Puebla capital.
Hay quienes todavía insisten en verlo como inexperto, pero ya recorrió muchos kilómetros y muchos escenarios.
Seguramente Gabriel evitará ir a mar abierto a la deriva.
Sin alusiones personales, Biestro sí tiene un plan.
Conoce las dificultades a las que se va a enfrentar en 2021.
Andrés Manuel López Obrador ya no estará en la boleta.
Los votos los gana cada uno, cada cual.
Morena y sus logros y fracasos son, por supuesto, para bien de una aspiración, pero también para mal.
Los días por delante serán definitorios.
Hay paciencia, pero no hay pausas.