Si como es previsible, el SARS-CoV-2 estará entre nosotros de dos a tres años, obligándonos a una vida distinta, con precauciones, distanciamiento social y medidas sanitarias permanentes, habrá que ir pensando cómo será la logística de las elecciones de 2021, si el nivel de la pandemia permite acudir a las urnas el 6 de junio del próximo año.
Esta nueva realidad demandará formas distintas de hacer campañas y de votar.
Se acabaron los actos masivos.
No es conveniente la concentración de más de 50 personas, ni siquiera en semáforo naranja.
Los mítines son impensables.
Los tan recurridos utilitarios como regalo, camisetas, gorras, sombrillas, tienen un alto riesgo en su manejo.
Las campañas más que nunca se realizarán a través de los medios de comunicación y las redes sociales.
El laboratorio de todo esto estará en Hidalgo, en donde está pendiente la renovación de alcaldías, y en Coahuila, en donde se debe renovar el Congreso.
En esos estados la jornada electoral debió realizarse el pasado 7 de julio, pero la pandemia lo impidió.
Las nuevas fechas tentativas que ya aprobó el Consejo General del INE son 30 de agosto, 6 de septiembre o 20 de septiembre.
Así de ambiguo, porque todo depende del “Semáforo Covid” en esas entidades.
Las actividades de los centros de votación serán todo un reto logístico y sanitario.
No se podrá usar tinta indeleble.
No podrán darse largas y apretadas filas en las casillas.
Eso retrasará el flujo de votantes y, muy probablemente, muchos no alcanzarán a sufragar.
Cada mampara y cada urna serán un potencial foco de contagio.
Ni se diga en el conteo de las boletas.
A menos que hallen cura o vacuna y se extingan los contagios, las condiciones se reeditarán en 2021.
El reto es monumental, porque se trata de la mayor elección de la historia de México.
En todo el país hay procesos concurrentes.
Se estima que participen 96 millones de potenciales electores; 6 millones más que en 2018.
Se renuevan las 500 curules de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
Quince gubernaturas: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.
En 30 entidades se define a los integrantes del Congreso local, excepto Coahuila y Quintana Roo.
También en 30 entidades se definirán ayuntamientos, excepto Durango e Hidalgo.
En Puebla están en juego 15 diputaciones federales, 41 curules locales y 217 ayuntamientos.
Será complejísimo.
Las elecciones también están infectadas.