La danza de los miles de millones del PEF 2020 perfilaba este martes un negro panorama para Puebla, con la posibilidad de una baja muy sensible, de hasta 10 mil millones de pesos (mmdp) en recursos federales, en relación con el actual ejercicio fiscal, atribuible a tres circunstancias negativas de la 4T: la decisión del gobierno federal de acaparar la distribución del dinero; una disminución en la recaudación proyectada y la incapacidad e inexperiencia de los diputados federales por Puebla, para cabildear a tiempo la etiquetación de obras y acciones. La indefinición en San Lázaro, que sesionará -en un lugar “por confirmar”- hasta el próximo viernes, siete días después del plazo constitucional, puso también freno al Paquete Económico local, que debe avalar el Congreso del estado, pues ahora tienen que cuadrarse, ante este nuevo panorama, los números entre lo que se obtendrá y lo que ya no se tiene.
En la Cámara Baja el tiempo no avanza desde el pasado 6 de noviembre, cuando se detuvo el “reloj parlamentario”, para justificar así que se haya rebasado el plazo constitucional para la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), que feneció con el último minuto del viernes 15 de noviembre.
Puebla y las otras 31 entidades federativas han tenido también que retrasar la aprobación de sus Paquetes Económicos.
La votación de las leyes de Ingresos y de Egresos poblanas se ha postergado, a la espera de que en el Palacio Legislativo de San Lázaro haya definiciones.
Los últimos jaloneos se dan en las cifras, mientras organizaciones campesinas, sociales y de presión tienen tomado el recinto de la Colonia El Parque en la Ciudad de México.
En este contexto complicado, para la entidad al cierre de esta entrega de Garganta Profunda, las cosas no son halagüeñas.
Los pronósticos más positivos ubican en 95 mmdp el monto de recursos para el próximo año.
Los pesimistas o realistas -según se les vea- en poco más de 86 mmdp.
Hay tres razones.
1.- El gobierno federal lopezobradorista literalmente impidió que los diputados federales le metieran mano a su Proyecto de PEF.
La semana pasada en reunión con sus bancadas afines, encabezadas por la del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el presidente Andrés Manuel López Obrador les jaló las orejas a los legisladores.
Exigió que no le muevan a sus proyecciones y sentenció que será su administración la que lleve la ejecución de casi todas las obras.
Dijo que si pretendían algo distinto es porque son “conservadores”.
También, la bolsa de 13 mmdp, que se supone sí se puede reasignar, la llevará a sus programas asistencialistas: becas y pensiones.
2.- La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) falló en sus evaluaciones y la recaudación será más baja de lo esperado para el próximo ejercicio fiscal.
Difícilmente los presupuestos estatales y el nacional crecerán el tradicional 6 a 7 por ciento, para salvar el porcentaje de la inflación.
Y el más reprochable:
3.- Casi todos los 22 diputados y diputadas federales no hicieron la tarea.
Si bien no había mucho margen de maniobra, tampoco fueron capaces de realizar un cabildeo exitoso en las comisiones ordinarias que es -reza el dicho de los especialistas- “en donde se gana la lana”.
Salvo el caso del diputado morenista capitalino, Saúl Huerta, nadie más consiguió ampliaciones presupuestales para sus distritos.
Huerta, nos anuncian quienes ya conocen el borrador del dictamen, logró etiquetar 300 mdp, para la construcción de un puente, para comunicar las zonas de San Baltazar con Los Ángeles Tetela.
Ese que tanto han anhelado, desde 1975, muchas comunidades en esa parte de la orilla del Lago de Valsequillo, que hoy se cruza en la célebre panga.
En descargo, pero sin exculparlos, de los 22 legisladores federales por Puebla (11 de Morena, 5 PES, 2 PT, 2 PRI, 1 PAN y 1 MC), hay que reconocer que faltó coordinación con la Secretaría de Finanzas estatal.
No hubo una directriz de hacia dónde concentrar los esfuerzos.
El caso de los diputados federales de Morena además se contaminó con sus pugnas internas partidistas.
Están divididos.
Todos esos factores tienen ahora a Puebla en el riesgo de perder recursos para el 2020, el primer año completo del barbosismo.
De no ocurrir un milagro, cuando más Puebla podría quedar tablas en términos reales, si consigue esos 95 mmdp.
Si es menos, como se proyecta, de 86 mmdp, la pérdida sería grave.
Lo triste de esta lección es que la pagamos todos.