El 24 de octubre, en menos de un mes, se cumple el plazo que estableció la SCJN para que el Congreso de la Unión regule el uso lúdico del cannabis, coloquialmente conocido como mariguana. Un dictamen ya está listo en el Senado y la mayoría lopezobradorista definirá los alcances de esta reglamentación que, se prevé, se quede aún tímida. No irá hasta las reglas para una producción agrícola masiva. A pesar de que hay una iniciativa de Morena desde el año pasado, que presentó, como legisladora todavía, la hoy secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, puede que por demasiada cautela con los costos políticos, prevalezcan restricciones en su producción, distribución, comercialización y consumo. Puebla deberá mirar con atención el tema, pues en la entidad la también llamada mota es la principal droga de elección: 92 por ciento de los pacientes de primer ingreso por adiciones la han consumido.
A pesar de que está en la agenda histórica de la izquierda, la despenalización integral de la mariguana está teniendo demasiado tibieza por parte de los senadores afines al Presidente de la República.
Hasta ahora, al menos.
Incluso por parte del “liberal” Andrés Manuel López Obrador, quien ha sugerido que la legalización de las drogas debería ser materia de una más de sus consultas populares.
Esta falta de confianza parlamentaria, se refleja incluso en que el tema está siendo abordado por obligación, por los senadores como cámara de origen.
Luego de un resolutivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con base en al menos ocho tesis, sobre el desarrollo de la personalidad, la libertad de conciencia y expresión, así como el derecho a la salud, al Congreso ya no le quedó otra que entrar al caso.
Ese emplazamiento del Máximo Tribunal llevará a una legislación mínima sobre el uso recreativo, apenas para cumplir con el ordenamiento de modificar varios artículos de la Ley General de Salud.
Es lo previsible.
Esa que precisamente se ha postergado por tanto tiempo.
Y el reconocimiento de la tardanza en este asunto, viene incluso de los jefes parlamentarios.
El coordinador de los senadores del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Ricardo Monreal Ávila, escribió este jueves en su artículo del diario nacional 24 Horas (la glosa entre paréntesis es de Garganta Profunda):
“Bajo este nuevo contexto mundial, y conscientes de la situación local de nuestro país, durante el inicio de esta legislatura (la LXIV) se presentó en la Cámara de Senadores una iniciativa de ley para expedir la Ley General para la Regulación y Control de Cannabis (la que presentó Sánchez Cordero en noviembre del año pasado).
“Ya ha sido ampliamente discutida en diversos procesos de consulta y de parlamento abierto (al menos cinco foros entre agosto y septiembre), y busca… descriminalizar el consumo del cannabis y, al mismo tiempo, permitir que los campesinos, productores y empresarios puedan generar una industria alrededor de este producto, que ayude a impulsar el crecimiento de la economía mexicana.
“Económicamente, una mejor regulación beneficiaría notoriamente a nuestro país, donde una hectárea destinada a sembrar cannabis produce 58,800 pesos, de los cuales, 26,000 provienen del grano y 32,000 de la fibra (otro de los usos que no se están contemplando, por ahora)”.
Y agrega Monreal que ese monto es muy superior a los 13 mil 500 pesos promedio que se obtienen “de una hectárea en donde se siembra un producto convencional”.
La producción agrícola en torno a la legalización de la mariguana puede ser el gran tema de análisis de esta década.
Sin embargo, hasta ahora las propuestas presentadas, cuando más, plantean permitir la producción privada en cooperativas.
Hace casi un año, la entonces senadora Olga Sánchez Cordero presentó esa iniciativa y con esa limitante.
Es además un planteamiento que, debemos entender, fija la postura oficial del lopezobradorismo.
La iniciativa que, desde entonces ha quedado en la congeladora, busca una legislación integral para legalizar la producción, distribución, venta y consumo.
Un tema central es la producción de la planta, pero se queda corta.
Plantea la siembra privada de hasta 20 plantas para autoconsumo, siempre que no se exceda la producción de 480 gramos por año.
Permite la producción en cooperativa.
Pero bajo permisos específicos.
En su Capítulo IV, Uso Adulto, Artículo 37, sienta las condiciones por las que “queda permitido sembrar, cultivar, cosechar, preparar, producir, procesar, transportar, distribuir y vender cannabis con fines lúdicos, siempre y cuando cuenten con una licencia de autorización y cumplan con los requisitos de esta ley”.
Sin embargo, el tema en el Senado ha venido tratándose con pincitas, incluso por los legisladores de la izquierda lopezobradorista, quienes cuando fueron de la oposición urgían a su aprobación.
De ahí que se prevé que todo quede en una regulación ligth, para cumplir con el emplazamiento de la Corte.
Para nuestro estado la despenalización de la mariguana es asunto medular, pues su consumo está por arriba de la media nacional.
Las cifras oficiales indican que entre las drogas ilícitas de mayor consumo entre los pacientes de primer ingreso a tratamiento en el estado de Puebla están mariguana (92%), inhalables (29.6%) y cocaína (28.2%)
Incluso, entre los consumidores de drogas, legales o ilegales, la mariguana es más socorrida que el tabaco y el alcohol.
En este periodo ordinario de sesiones, debe salir la despenalización de la mariguana.
Veamos con qué profundidad se consigue.
Porque el consumo, ese sí es intenso.
Y más en Puebla.