Por el presupuesto que manejará, que podría ser el históricamente más alto para el campo poblano con el gobierno de Luis Miguel Barbosa, y la natural y consecuente influencia política sobre el sector agrario, que fue de los más participativos en las urnas el pasado 2 de junio para el triunfo del morenista, la titularidad de la Secretaría de Desarrollo Rural se disputa con acidez y golpes bajos entre al menos cuatro personajes, con distintos orígenes y filiaciones ideológicas, quienes buscan la posición que se ve hoy como la “joya de la corona” de las definiciones del próximo gabinete que aún faltan. En este jaloneo hay quienes se dicen los “favoritos” del gobernador electo y otros que, imprudentemente, hasta han festejado por adelantado. Que no se olvide que nadie puede sentirse seguro.
Archive for July, 2019
LA ÁCIDA DISPUTA POR LA SECRETARÍA DE DESARROLLO RURAL DEL GOBIERNO BARBOSISTA
Wednesday, July 3rd, 2019AUMENTO DEL PASAJE: ¿QUIÉN ASUMIRÁ EL COSTO DEL FUEGO CRUZADO POR EL DISGUSTO CIUDADANO Y DE TRANSPORTISTAS?
Tuesday, July 2nd, 2019En el tema del incremento en el precio del pasaje del transporte público en Puebla, son insoslayables las ponderaciones política, económica y, con especial gravedad, la social. Se trata de una medida impopular en doble y grave vía: para usuarios y concesionarios. Si bien podría considerarse necesario, pero con ciertas condiciones, acarreará a la autoridad que lo avale un pesado descontento de los ciudadanos y también de los transportistas, quienes amagan con no aceptar que sea menor de 10 pesos; cuatro más de lo que cuesta actualmente y que se ve inviable. ¿Quién asumirá esos costos: el mandatario interino Guillermo Pacheco Pulido o el gobernador que asumirá el 1 de agosto, Luis Miguel Barbosa? Dejará un mal sabor de boca, si lo hace quien se va; o empezará con una pesada loza de disgusto colectivo, el que llega.
EL EMBRUJO DEL CAUDILLO: EL PRESIDENTE DE LAS FRASES HECHAS (Y HUECAS) Y LOS LUGARES COMUNES
Monday, July 1st, 2019En un país huérfano de memoria y donde de tanto repetirlas y desgastarlas, las palabras dejan de tener peso y sentido, y en el cual la verdad se confunde con la mentira, y la mentira con la verdad, lo que se impone y lo que funciona es la demagogia y la megalomanía de un presidente superfluo y tan vacío como los anteriores pero que ha tenido la virtud, la gran virtud, de saber manejar y administrar “el lenguaje que quiere escuchar el pueblo” y, cual flautista de Hamelín, de adormecer, en ocasiones hipnotizar, a ese pueblo –siempre “bueno”, siempre “noble”- que irremediablemente cae seducido por el Nuevo Padre de la Patria, el mismo que encabeza un gobierno tan desastroso como decepcionante aunque pleno de simplificaciones maniqueas.