El video de Javier Lozano Alarcón en el que anunció su renuncia al Partido Acción Nacional, antes de incorporarse al equipo de José Antonio Meade en una singular operación que le restará más de lo que le sumará al precandidato del PRI, nos da una estampa fiel de lo que es la caprichosa política. Y es que hace tres años Lozano era un convencido anayista y no tenía empacho en demostrarlo. Twitter, la red social a la que el senador poblano es asiduo participante, fue testigo de ello.