No lo ande contando pero todo parece indicar que aunque faltan todavía algunos meses para el relevo en el PRI de Puebla, ya se perfila la dupla que en su momento entrará al relevo de Pablo Fernández del Campo y Silvia Elena del Valle Balbuena.
Se trata de la senadora Blanca Alcalá Ruiz y del diputado local Édgar Salomón Escorza, quienes harían el uno-dos como presidenta y secretario general del tricolor, respectivamente.
Aunque todo, claro, puede cambiar, fuentes del Comité Ejecutivo Nacional aseguran que el dúo (¿anímico?) ya fue palomeado en la oficina principal de César Camacho Quiroz.
El mismo que personalmente le dio la bendición a Salomón Escorza como futuro secretario general del ex partidazo durante una reunión celebrada la pasada semana.
De grupos políticos distintos, de biografías dispares, la senadora y el diputado no son precisamente amigos; sin embargo, las circunstancias los unen en medio de la tal vez peor crisis del PRI poblano en toda su historia, tras la derrota electoral del pasado 7 de julio.
No es que Blanca Alcalá haya elegido a Édgar Salomón Escorza como segundo de a bordo: se lo imponen desde el CEN, como condición a su expresado, ya público anhelo de llegar a la dirigencia de su partido, o lo que queda del mismo.
Por eso, quizá, se le atragantó el tamal durante el virtual arranque de su campaña rumbo a la presidencia del Comité Directivo Estatal, el pasado fin de semana en San Martín Texmelucan, en compañía ya del diputado local y ex presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso de Puebla.
Aunque el arribo del inefable Édgar Salomón a la Secretaría General del PRI pueda ser interpretado como una cuota del diputado federal Javier López Zavala, ello es incorrecto: tiene mucho, pero mucho tiempo que Édgar Salomón ya no forma parte de la tribu del ex candidato a la gubernatura, el cual además –hay que recordar- está considerado por César Camacho Quiroz como El Gran Traidor del Revolucionario Institucional en el pasado proceso electoral local.
Así que ya lo sabe: si a partir de ahora empieza a verlos cada vez más juntos, en giras, comilonas, ruedas de prensa y visitas a priístas del interior del estado, no piense mal: lo más probable es que Blanca Alcalá y Édgar Salomón Escorza continúen intentando fingir que se llevan bien y que no hay ningún problema para que caminen en equipo rumbo al cambio en la dirigencia del PRI poblano, algo que tendrá que suceder tarde que temprano, y según los momios, allá por diciembre si es que la dupla se porta bien y Santa Claus les trae todo lo que están pensando y todo lo que ya pidieron.
¿Estamos acaso ante la heroína y el héroe que sacarán del marasmo y de la crisis al PRI del estado y se enfrentarán por fin al gobernador Rafael Moreno Valle sin miedo ni dobles juegos?
Quiero verlo.