Cual Gran Tlatoani, amo y señor de los mares, dador de vidas y haciendas, fue recibido este lunes en Puebla el senador Manlio Fabio Beltrones, también conocido en los bajos mundos del poder como “Don Beltrone”.
Flanqueado por los Morales –Melquiades, compañero y operador suyo en la Cámara Alta, y Fernando, dirigente estatal del PRI, ambos de su grupo político-, el coordinador nacional de las campañas a diputados federales encabezó una reunión privada de evaluación en conocido hotel de la ciudad.
Reunión en la que, más allá de las penosas muestras de efusividad y abierta lambisconería por parte de algunos priístas, los candidatos por los 16 distritos del estado le manifestaron un auténtico rosario de quejas, relacionadas principalmente con la falta de dinero y de apoyos en especie para llevar a cabo sus actividades de proselitismo.
Cordial, con un colmillo largo y retorcido, Beltrones tomó nota, prometió hacer las gestiones que sean necesarias y, a cambio, les pidió tres cosas: vigilar que no rebasen los topes de campaña, garantizar que el 1 de julio tengan a todos sus representantes de casillas y guardar recursos para la movilización de votantes el día de la elección.
“Don Beltrone” les habló con amplitud –y acritud- de la operación electoral que el gobierno federal está llevando a cabo a través del programa Oportunidades, condicionando el apoyo a cambio de votos a favor de los candidatos del PAN, y les solicitó que recaben pruebas para presentar las denuncias correspondientes.
A más de uno llamó poderosamente la atención que en su alocución omitió por completo al gobierno de Rafael Moreno Valle y el obvio apoyo que éste viene dando a sus “gallos”, tanto al Senado como a las diputaciones. Pero la presencia de Melquiades y Fernando Morales explicó el total silencio al respecto. El mensaje quedó claro: con Casa Puebla no hay ni habrá pleito. No al menos en este proceso.
Al decir de algunos cercanos a Beltrones, que estuvieron presentes, el poderoso senador –que va que vuela para ser coordinador de la bancada priísta en San Lázaro y líder de la Cámara- se fue con un pésimo sabor de boca por la actitud sobrada y complaciente de algunos de los aspirantes.
¿La razón?
Se quejaron de todo, y de todos, olvidando que ahora son oposición.
Como dijo uno de los operadores del senador: “Ya están en la fase de semi dioses, ya son dueños de los distritos y hay que hablarles con mucho respeto y cuidado. Semi dioses porque saben de sus limitaciones humanas pero están a un punto de darle audiencia a Dios. Está cabrón. Observamos pura soberbia”.
La candidata a diputada por la vía plurinominal Soraya Córdoba Morán tomó la palabra para reprochar que el CEN del PRI no haya cuidado el distrito de Ajalpan, donde el candidato –su pariente Lisandro Campos Córdoba- está en duda ahora que el TEPJF ordenó reponer todo el procedimiento de elección, incluyendo la convención de delegados.
Beltrones prometió (que a eso vino: a prometer sin comprometerse) revisar el asunto y darle seguimiento para cuidar los intereses de los Córdoba, dueños de Antorcha Campesina.
En la reunión también estuvieron presentes Marco Antonio Bernal y Manuel Añorve, hombres de confianza del distinguido visitante; los delegados Jesús Aguilar Padilla y Héctor Hugo Olivares Ventura; el coordinador estatal de la campaña de Enrique Peña Nieto, Alejandro Armenta Mier, y el coordinador de promoción al voto y ex candidato a la gubernatura, Javier López Zavala, quien no dudó en tomarse la foto con tan distinguido personaje.
También acudieron las candidatas al Senado Lucero Saldaña y Blanca Alcalá Ruiz, quien sorprendió a todos –incluso levantaron las cejas- al decirle a Manlio: “… soy tu fan, ya sabes que tú eres mi maestro y me tienes que enseñar mucho”.
Ahora sí que como diría el clásico: sic y recontrasic.
