Ayer le decía que por razones que nadie alcanza a entender, Eduardo Rivera Pérez tiene trabajando dentro de su gobierno a varios connotados marinistas en detrimento de los verdaderos panistas que el alcalde de Puebla tanto dice querer.
Lo peor es que los nombres ya comentados en este espacio no son los únicos.
Hay más, muchos más, todos –como le he dicho- dentro del staff del secretario de Administración y Tecnologías de la Información, Iñigo Ocejo Rojo.
Dichos personajes no sólo tienen el control financiero del H. Ayuntamiento de Puebla, sino que por sus ojos y sus manos están pasando todas las compras, adquisiciones y licitaciones de la comuna.
Es decir: millones y millones de pesos, producto del erario, bajo control ni más ni menos que de ex empleados del ¿odiado? Mario Marín, en concreto de Gerardo Pérez Salazar, ex secretario de Finanzas y Administración del gobierno estatal.
Le voy a dar otros cuatro ejemplos, todos ubicados en la Coordinación General de Adjudicaciones –bajo el mando de Iñigo Ocejo-, y nada más para seguir documentando el pesimismo de los auténticos panistas que siguen sin dar crédito a lo que está pasando en el trienio de Eduardo Rivera Pérez:
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Bien dicen que la forma es fondo y que lo educado no quita lo valiente.
Ello viene a cuento por la gran molestia que hay entre algunos diputados, del PAN especialmente, por la falta de tacto u oficio de parte de los operadores del presidente municipal de Puebla.
Resulta que recibieron una invitación para asistir a la cena privada que Eduardo Rivera ofreció la noche del sábado en Palacio Municipal con motivo del aniversario 480 de la fundación de la ciudad de Puebla.
Pero dicha invitación, extrañamente, sólo incluía un pase personal, es decir, sin acompañantes, situación que de inicio irritó a varios.
Algunos de esos, pensando que se trataba de un simple descuido de protocolo, se comunicaron con la secretaria particular del alcalde, Leonor Popócatl, o con el secretario general, Manuel Janeiro, para explicarles que sí acudirían, con mucho gusto, pero no solos –algunos llevarían a su esposa-, y que necesitarían un pase adicional, por favor.
Los que entraron en contacto con Popócatl encontraron no sólo una disculpa sincera por la evidente descortesía, sino también sensibilidad y eficacia: de inmediato, la funcionaria les envió el pase solicitado.
Pero todo lo contrario sucedió con aquellos que tramitaron su solicitud vía Janeiro, pues éste, como si hubiese costeado la cena de su bolsillo o los diputados estuviesen urgidos de cenar gratis, sólo les dio un terminante “no” como respuesta. Y en un tono, cuentan, bastante lamentable.
Días antes, todos, absolutamente todos los legisladores habían aprobado –obviamente por unanimidad- la iniciativa de Eduardo Rivera para crear el famoso Instituto Municipal de Planeación.
El proceso no fue nada fácil, dada la resistencia inicial de algunos diputados y la cantidad de errores que contenía el proyecto, mismos que tuvieron que ser enmendados hasta que se llegó al consenso absoluto.
Pero como me dijo uno de ellos: “Ni siquiera por eso cuidaron las formas para invitarnos a su dichosa cena”.
De hecho, la noche del sábado, varios prefirieron quedarse en sus casas que ir al Palacio Municipal, donde varios, por lo visto, no conocen la existencia del Manual de Carreño.
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¿Qué está pasando en la Secretaría de la Contraloría, antes Sedecap?
Y es que a partir de esta quincena se dejó sin empleo a cerca de 60 personas que venían laborando en esa dependencia desde administraciones pasadas, pero sorprendentemente se les ha autorizado que “cobren sin trabajar” hasta el próximo 30 de abril. Al parecer se presentan muy temprano, checan, se van y regresan por la tarde-noche para checar otra vez, sin que haya un fundamento legal para ello.
Por otra parte, pocos se explican algunas incongruencias, pues si la contralora Irma Patricia Leal Islas está siguiendo el criterio general de limpiar el gobierno de marinistas o zavalistas, ¿por qué nombró a Viannet González Horta como su nueva jefa de Recursos Humanos, si ésta fue una de las principales impulsoras del voto a favor del priísta Javier López Zavala?
Otro pendiente que tiene encima la funcionaria es el tema de los sindicalizados.
Porque a pesar de ponerlos a disposición de la Secretaría de Finanzas, a los que no deseen estar en esta encrucijada, se les presiona para que trabajen a la hora y el día que la contralora determine y bajo su propia ley.
Y muchos se preguntan: ¿qué caso tiene ser sindicalizado si tanto el horario como las prestaciones están al capricho de los nuevos jefes?
Y así por el estilo…