Arturo Luna Silva
El pasado lunes 15 de noviembre le adelanté, en exclusiva, la posición exacta que ocupará Fernando Manzanilla Prieto en el gobierno de Rafael Moreno Valle: Secretario General de Gobierno.
Inspirada en el modelo de gobierno de Nuevo León, la citada dependencia no existe actualmente en Puebla.
Será en los primeros días del nuevo año cuando se reforme la Ley Orgánica de la Administración Pública con el fin de crearla.
De hecho, el proyecto legislativo ya está prácticamente terminado.
Y será un traje a la medida.
Como todo mundo sabe, Manzanilla ha sido hasta hoy la mente brillante, el hombre de confianza, el segundo de a bordo, el operador político estelar del nuevo mandatario.
A partir de febrero será eso y, en los hechos, varias cosas más: jefe de gabinete, consejero, vocero, vicegobernador de facto.
Amo y señor de un Aparato de Poder sin parangón en la historia política de Puebla.
Y es que la dependencia que encabezará será un verdadero portaaviones, con amplísimas facultades y atribuciones.
Según la iniciativa que creará la nueva Secretaría General de Gobierno, ésta va a concentrar y realizar funciones que hasta este sexenio estaban a cargo de otras dependencias.
Un solo ejemplo:
La Policía Auxiliar, la Dirección de Protección Civil, Bomberos y la Coordinación del Plan Operativo “Popocátepetl”, entre otras áreas hoy bajo la jurisdicción de la Secretaría de Seguridad Pública, pasarán al terreno de la nueva Secretaría General de Gobierno.
Y así por el estilo.
¿Alguien todavía duda que Fernando Manzanilla no será cualquier secretario, sino el súper, súper secretario?
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En los últimos días, previos al obligado receso con motivo de las fiestas decembrinas, Manzanilla terminó de reclutar a los que serán sus colaboradores.
Un auténtico Dream Team, con una interesante mezcla de experiencia, talento y carácter.
Cuando trasciendan, algunos nombres –por ejemplo los de los subsecretarios- llamarán poderosamente la atención, sobre todo por su origen político; es decir: el grupo al que alguna vez pertenecieron.
Algunos abusadillos tratarán de vender la idea (falsa idea) de que los nuevos funcionarios son emisarios o alfiles suyos, pero lo único cierto es que los elegidos llegaron solos, sin padrinos, ni como cuotas de nadie; por méritos propios.
Su único jefe es y será Fernando Manzanilla, y su lealtad hacia él no tendrá dobleces ni flaquezas.
Al tiempo.
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Esta columna volverá a publicarse en enero de 2011.
¡Felices fiestas!