Archive for July, 2010

Notarías: ¿habrá premios de fin de sexenio?

Sunday, July 25th, 2010

Arturo Luna Silva

Desde Casa Aguayo se construye a pasos lentos una decisión política que, de concretarse, causará escándalo: la entrega –discrecional, por supuesto- de patentes de notarios públicos como una forma de blindaje a determinados personajes clave del marinismo.

Y es que a pesar de que en los últimos años ha habido reformas a la ley correspondiente, que hacen obligatoria, por ejemplo, la presentación de un examen de oposición, las facultades meta constitucionales del gobernador en turno para premiar a sus allegados con una patente siguen vigentes.

Desde Alfredo Toxqui Fernández de Lara, ningún gobernador se ha resistido a tal práctica. Premiar a amigos, compadres y colaboradores con una notaría pública ha marcado el fin de los sexenios de Guillermo Jiménez Morales, Mariano Piña Olaya, Manuel Bartlett Díaz y Melquiades Morales Flores. Y todo parece indicar que la historia se repetirá con Mario Marín Torres.

Especialmente ante el escenario político arrojado por el 4 de julio, que le ha puesto fecha final al largo reinado del PRI en el poder estatal.

Entre los mencionados extraoficialmente como probables beneficiarios de las bondades, que no son pocas, de la Ley del Notariado de Puebla, destacan dos: Valentín Meneses Rojas y Javier López Zavala.

Director de Comunicación Social, director del DIF, presidente estatal del PRI, secretario de Comunicaciones y Transportes, y secretario de Gobernación. Tal fue el recorrido sexenal de uno de los hombres sin duda más útiles, leales y cercanos a Marín Torres, quien tal vez ha considerado que “El Vale”, le pese a quien le pese, se merece el seguro de vida que significa una notaría pública. No sería, además, el primer secretario de Gobernación que fungiese como juez y árbitro en un proceso de esta naturaleza. Ahí está el ejemplo de Carlos Meza.

El caso de López Zavala es significativo también. Se trata ni más ni menos que del “hijo” político del jefe del Ejecutivo. Aquel a quien éste, en una decisión unipersonal –pero avalada, claro, por priístas, empresarios, caciques y medios-, había elegido para heredar o continuar con el control del poder estatal. Pero, como todo mundo sabe, se atravesó el 4 de julio y la historia cambió radicalmente. Hoy, el ex secretario de Gobernación y de Desarrollo Social, así como candidato perdedor a la gubernatura, sigue delineando su futuro político. Hay quien lo ubica al frente del Comité Directivo Estatal del PRI a partir de octubre. Hay quien está haciendo hasta lo imposible por evitarlo. Hay igualmente quien afirma que su lugar está otra vez dentro del gabinete. Sea lo que sea, tal vez su creador lo quiera bien protegido con una notaría. Para lo que se ofrezca.

Hay que recordar que ya una vez López Zavala estuvo a punto de convertirse en notario. Sucedió en los estertores del gobierno de Melquiades Morales Flores. El expediente se concluyó total y satisfactoriamente. Sin embargo, una decisión política -¿de qué otro tipo?- de última hora, relacionada directamente con la designación de Mario Marín como el entonces candidato del PRI a la gubernatura, echó todo por la borda.

En el “círculo rojo” poblano todavía es célebre aquel famoso aviso público del 21 de enero de 2005, a través del cual el secretario de Gobernación en funciones, Rómulo S. Arredondo Gutiérrez, daba cuenta sin más ni más de que el Consejo de Notarios declaraba desierto el examen de oposición correspondiente.

Además de López Zavala, entre los damnificados de ese anuncio estaban Luis Alberto Morales Solís, Manuel Méndez Marín, Elizabeth Vite Vargas, Arturo Wong Cortés, Humberto Jiménez Jiménez, María Elena Luna Campos y Aldo Enrique Cruz Pérez.

Pero la situación puede ser hoy, en el ocaso del marinismo, completamente distinta. Sobre todo a la luz de las señales que han empezado a correr entre los enterados en Casa Aguayo estos tiempos de transición.

¿Habrá premios políticos de fin de sexenio?

¿Con todo y el costo político que ello significa?

Habrá que esperar.

Por cierto: esta tradición pura y típicamente priísta, nacida indudablemente de un acto autoritario y de abuso de poder, ¿llegará a su fin con Rafael Moreno Valle Rosas?

¿O acaso él también, ya como gobernador, la va a continuar para premiar a sus cuates?

***

Esta columna volverá a publicarse el 3 de agosto.

gar_pro@hotmail.com

Encuestadores: la gente “ocultó su voto”

Thursday, July 22nd, 2010

Arturo Luna Silva

Sobre el 4 de julio, la prestigiada revista Emeequis realizó un interesante ejercicio: preguntó a tres famosos encuestadores nacionales, que por cierto realizaron mediciones en Puebla, ¿por qué fallaron en sus pronósticos?

Palabras más, palabras menos, Roy Campos (de Consulta Mitofsky), Federico Berrueto (de Gabinete de Comunicación Estratégica) y Francisco Abundis (de Parametría) se justificaron con el argumento de que el encuestado no dijo la verdad, que no alcanzaron a percibir el voto oculto, que hubo un cambio de opiniones en los últimos días y que el abstencionismo de plano no se puede medir.

Para la historia, sin duda.

Veamos:

¿Por qué la diferencia entre encuestas y resultados?

Roy Campos:

“Tenemos que aceptar que 2010 no fue el mejor año de las encuestas. Partimos el año con Yucatán y ahora éstas.

“No es un problema de diseño de muestra, ni de fraseo de la pregunta. El problema es que el encuestado no nos dice la verdad. No pudimos percibir ese voto oculto. Encontrar la solución es difícil porque lo que miden las encuestas es lo que dice la gente. Tenemos que encontrar una fórmula de vencer la espiral del silencio con preguntas de otro tipo: por ejemplo, preguntar simpatías por el candidato, pero olvidarnos del partido”.

Federico Berrueto:

“Las encuestas no son pronósticos, son fotografías del momento, fotografías borrosas, porque no sabemos quiénes van a votar. El abstencionismo no se puede medir y los ciudadanos no quieren revelar su voto porque es secreto.

No hay manera de controlar las respuestas o las omisiones de la gente. La única manera de hacerlo es con polígrafo y ningún encuestador usará ese método”.

Francisco Abundis:

“La diferencia entre las encuestas y los resultados, más allá de un error de medición, fue un cambio de opiniones. Eso se percibió en Hidalgo, Puebla y Durango, tal vez no a esos niveles, pero veíamos una diferencia de 10 puntos entre encuestas y las de semanas anteriores.

“Para varios encuestadores, la lectura general de esta elección fue que iba a ganar el PRI, no con los márgenes que el partido esperaba y eso fue lo que pasó”.

¿Qué explica el triunfo de las alianzas?

Francisco Abundis:

“En Puebla, Oaxaca y Sinaloa hay un electorado orientado a nombres. Los tres candidatos de esas alianzas tienen una imagen pública consolidada y carreras políticas largas. Su reputación precede la formación de las alianzas. PAN y PRD, simplemente, les dieron una plataforma.

Roy Campos:

El principal elemento del triunfo son los candidatos. En Puebla, Rafael Moreno Valle hizo una buena campaña. Su desventaja se fue reduciendo poco a poco y luego drásticamente al final de la campaña.

“Gabino Cué prácticamente lleva seis años haciendo campaña en Oaxaca. También hizo acuerdos que fortalecieron su carrera: López Obrador, la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, el PAN y corrientes del PRI como José Murat.

“En Sinaloa, Mario López Valdez se enfrenta a Jesús Vizcarra, un empresario popular como él. El encuentro de estas dos fuerzas termina definiéndose por menos de cuatro puntos. Al final se inclinó por López Valdez por la alta participación de votantes en el norte del estado, donde él es muy popular”.

Federico Berrueto:

Las alianzas se construyeron donde había más posibilidades de ganar dado el ambiente de rechazo al gobierno en turno. Si hubo una estrategia de campaña exitosa fue la de enfatizar ese sentimiento de rechazo.

“No es que haya habido buenas campañas o alianzas. La gente está confiando en su voto para quitar del poder a los que no gobiernan bajo sus estándares”.

(Nota: la recopilación de opiniones es de la reportera Mónica Cruz).

gar_pro@hotmail.com

¿El caballo negro del melquiadismo para el PRI?

Wednesday, July 21st, 2010

Arturo Luna Silva

Muy “sácale punta”, ayer el diputado federal priísta Alberto Jiménez Merino abrió fuego contra Rafael Moreno Valle Rosas.

A través de un boletín fechado en el D.F. –de esos que en las mesas de redacción de los periódicos se califican de “bienvenido al caso”-, Jiménez Merino pidió al gobernador electo tres cosas:

La primera: que “espere su turno, pues el gobierno de Mario Marín no ha terminado” (sic).

La segunda: que “no coma ansias, (ya que) los tiempos están muy claros, las responsabilidades están bien definidas y el gobierno termina hasta el 31 de enero” (resic).

Y la tercera: que no hay razón para adelantar el proceso de entrega-recepción, “y más cuando se perciben fines revanchistas e intenciones en corregir la plana” (recontrasic).

¿Qué comió don Alberto que ahora se puso tan gallito?

Nada.

¿De dónde emergió tan defensor del marinismo?

De ningún sitio.

En realidad ocurre que a río revuelto, ganancia de pescadores.

Y no sólo eso: alguien le dijo que él y sólo él debe dirigir el PRI estatal una vez que Alejandro Armenta se regrese a Acatzingo, en octubre próximo, a pastorear ovejas.

Así que a la larga lista de suspirantes (Javier López Zavala, Enrique Doger Guerrero, Blanca Alcalá Ruiz, Jorge Estefan Chidiac, Jesús Morales Flores, Víctor Hugo Islas Hernández, Víctor Díaz Palacios y Jaime Alcántara Silva y Pablo Fernández del Campo) hay que sumar a Alberto Jiménez Merino, coordinador de los 84 diputados cenecistas.

El mismo que ya hizo su graciosa aparición y, más rápido que una tortuga, se apuntó para encabezar a un partido que desde el pasado 4 de julio lo único que ha hecho es causar lástima.

¿Qué les pasa?

¿Tan fregados andan en el PRI que hasta Jiménez Merino cree tener tamaños para dirigirlo?

Pues ¿de parte de quién?

¿Será que el melquiadismo ya tiene a su caballo negro para el PRI?

Porque eso sí siempre ha quedado claro:

Alberto Jiménez Merino es, ha sido y será más melquiadista que el mismísimo Melquiades Morales Flores.

Y sus movimientos los delatan.

***

Tómelo con las reservas del caso, pero en los pasillos del ayuntamiento de Puebla se da por hecho que este fin de semana Blanca Alcalá emprenderá un nuevo viaje al extranjero.

En medio de “la crisis de los baches”, la presidenta municipal saldría rumbo a Sudamérica, en concreto a Brasil –que no está precisamente pasando Amozoc-.

“Es gira de trabajo, no viaje de placer”, aclaran las fuentes veraniegas, que se niegan a revelar los nombres de quienes, en todo caso, integrarán la comitiva.

Ya en octubre del año pasado, Blanca Alcalá canceló de última hora un viaje a ese mismo destino, donde acudiría a un foro mundial acerca de prácticas exitosas de gobierno, y en el que sería ponente.

Ocupaciones y preocupaciones domésticas impidieron, entonces, ese periplo.

Tal vez esta ocasión haya más suerte.

gar_pro@hotmail.com