Arturo Luna Silva
¿Que la relación de Rafael Moreno Valle Rosas con Enrique Peña Nieto es más profunda de lo que muchos imaginan?
¿Que los padres del gobernador del estado de México fueron padrinos de bautizo del senador panista y aspirante a Casa Puebla?
¿Que por supuesto esto sucedió hace muchos, muchos años, pero los lazos entre ambas familias permanecen intactos y se han ampliado al terreno de la política, tanto que Moreno Valle se reúne periódicamente con operadores de Peña Nieto, mismos que lo asesoran para la campaña 2010 en Puebla?
¿Que Enrique Doger anda presumiendo de mesa en mesa que es a Beatriz Paredes, la lideresa nacional del PRI, y no al gobernador Mario Marín, a quien debe la aprobación de su última cuenta pública en el Congreso del estado?
¿Que aún así, en días recientes, Doger estuvo en Casa Puebla para “agradecer” hipócritamente al Ejecutivo que lo haya sacado del apuro?
¿Que en esa reunión con Marín, el ex alcalde aprovechó para pedirle por favorcito que una empresa nacional y otra local realicen por separado dos encuestas “espejo” para, según dijo, contrastar con los nuevos resultados que ofrezca María de las Heras, que de antemano sabe no le serán favorables?
¿Que en estos tiempos el mayor temor de Doger es que sus antiguos operadores y corredores, algunos de ellos caídos en desgracia, reaparezcan de repente para contar con lujo de detalles los secretos mutuos de cuando transitaron por el Palacio Municipal, en el pasado trienio?
¿Qué se deben haber comido algo muy, muy grande, porque el temor sí que es grande y causa harto nerviosismo?
¿Que hace dos fines de semana, en una sencilla y discreta ceremonia privada, Mario Marín entregó diplomas de reconocimiento por su labor en las elecciones federales de este año a todos los integrantes del Comité Municipal del PRI en Puebla capital?
¿Que lo significativo del asunto está en que a esa reunión Marín sólo invitó a dos connotados marinistas: Mario Montero Serrano y Javier López Zavala?
¿Que si usted quiere saber quién será el candidato del PRI a la alcaldía de Puebla no pierda de vista los nombramientos de los secretarios de Elecciones y de Movimiento Territorial del Comité Municipal priísta, carteras que están acéfalas, que son claves en toda campaña digna de ese nombre y a cuyos titulares corresponde designar al priísta que buscará suceder a Blanca Alcalá?
¿Que la única y afortunada coincidencia entre Javier López Zavala y Enrique Doger, tras su reunión (súper secreta) de hace unos días, es que la alcaldesa Blanca Alcalá sólo busca verles la cara a ambos, esperando que los dos se destrocen para que ella aparezca, cómoda y felizmente, en el escenario de la sucesión como la tercera en discordia?
¿Que el síndico capitalino, Román Lazcano, les está quitando 10 por ciento de sus sueldos mensuales a sus subordinados dizque para su “proyecto político”, el cual es tan fantasmal como su presencia en Palacio Municipal?