Si sabe sumar, pues sume a Josefina Vázquez Mota a la carrera por Casa Puebla.
La ex secretaria de Educación Pública sí quiere, sí puede y sí va a buscarla.
Por eso, posiblemente su paso por la Cámara Baja del Congreso federal (va como candidata por la vía plurinominal en un lugar que, pase lo que pase, le garantiza su acceso a San Lázaro) será en todo caso temporal.
Cosa, pues, de unos meses, en lo que ayuda a su amigo, el presidente de la República, a sacar los presupuestos de la Unión.
Lo más interesante es que la amiga de “Atlantis” y “La Parquita”, con quienes Josefina se tomó la foto al asumir el pasado lunes el liderazgo de la campaña del PAN, vendría como alfil de Felipe Calderón.
Sí, del “Señor de Los Pinos”.
El mismo que ciertamente ya empezó a operar su propia sucesión y que, está claro, no escatimará esfuerzo alguno para hacerse de la estratégica Puebla.
De esa joya tan negada hasta hoy a Acción Nacional.
De la misma Puebla que un día no muy lejano el propio Calderón, desde el zócalo de la Angelópolis, juró arrebatar al PRI (eran los tiempos en que Felipe dirigía a su partido a nivel nacional e impotente nada podía hacer para evitar que el panista José Antonio “El Mosco” García fuera aplastado por un sujeto llamado Mario y apellidado Marín en la lucha por la alcaldía capitalina).
Ya se lo dijo Josefina a sus más cercanos, entre ellos algunos de sus paisanos: “Pronto me verán mucho por Puebla”.
(Y cuentan que al decir “Puebla” se le iluminaron los ojitos, de suyo expresivos, típicos de las mujeres de Tlatlauquitepec, allá por la Sierra Norte del estado).
De hecho, a mediados de mayo Vázquez Mota estará por esta tierra que la vio nacer y que tanto interés de repente le ha despertado.
Será la invitada especial a una “paellada” que algunos panistas poblanos más que entusiasmados le están organizando so pretexto las campañas federales rumbo al 5 de julio.
Pero en realidad será el guiño.
Y más: la señal.
Y es que tal parece que Felipe Calderón -el más priísta de los panistas- está siguiendo el modelo Salinas-Bartlett.
¿O no el maquiavélico Carlos Salinas de Gortari quitó a Manuel Bartlett Díaz de la SEP, para enviarlo a gobernar Puebla?
¿No el paso previo de Bartlett fue inventarle una coordinación regional del programa Solidaridad para empezar a buscar su ombligo en Puebla?
¿Y si resulta que el destino de la autora de “Dios mío, hazme viuda” es regresar a la Cámara de Diputados para luego navegar a toda vela por las turbias aguas de la política poblana?
En tal (¿improbable?) escenario, ya nada más falta que Vázquez Mota sea el mesías que estaban esperando las fuerzas panistas antimorenovallistas para impedir, en frente común, que al PAN le pase lo mismo que le pasó con Vicente Fox: que gane la elección pero que no ejerza el poder.
Y que la vida (ésa veleidosa) y la política (ésa testaruda) le den la oportunidad de cobrar venganza de todas las humillaciones y todos los desprecios sufridos a su paso por la SEP federal por parte de Elba Esther Gordillo, derrotando en una interna aquí en el PAN de Puebla al alfil de la todopoderosa y archimillonaria lideresa magisterial: Rafael Moreno Valle.
¿Quién dijo aquello que la historia se repite ya sea como tragedia, ya sea como comedia?
¿Cuál será, entonces, el rumbo de Vázquez Mota en 2010?
¿Y si la candidata es ella, Josefina?
Y más: ¿le dará tiempo?