Ingrid Escamilla: mujeres y redes
Lesly Mellado May
Se ha cumplido un año del asesinato de Ingrid Escamilla a manos de su pareja sentimental. La vida de la joven poblana oriunda de Necaxa tuvo un trágico final también en las redes sociales.
Las fotografías de su cuerpo violentado fueron publicadas por medios de comunicación e inundaron las redes sociales. Las mujeres en las redes decidieron revertir la tendencia, “enseñarle al algoritmo” que Ingrid no era sólo un cadáver. A los pocos días del feminicidio de manera masiva se colocaron fotografías de instantes felices de Ingrid e imágenes bellas para que al buscar su nombre no aparecieran las del cuerpo.
Las etiquetas funcionaron en redes sociales. A un año del acontecimiento son más las fotografías hermosas que arroja el buscador de internet, pero aún quedan algunos vestigios de las no gratas.
El movimiento en redes resultó exitoso de tal manera que en varios estados ya se penaliza a los servidores públicos que filtren imágenes de feminicidios.
Pero el “contra relato” no fue del todo efectivo. Han pasado 12 meses y el rastro de la “pedagogía de la crueldad” está latente.
Al introducir en Google el nombre de Ingrid Escamilla, de manera automática arroja estos complementos: fotos, cuerpo, cuerpo fotos, fotos gore, fotos del cuerpo desollado, cuerpo desollado, desollada y fotos crimen.
Cuando se da click en buscador de imágenes se despliegan en su mayoría de ella, del movimiento de condena, de las protestas contra la prensa que publicó las fotografías y del feminicida al momento de su captura bañado en sangre.
Este Día Internacional de la Mujer es necesario reflexionar y valorar el poder de modificar la forma en que las redes sociales festinan con la violencia de género.