Con 500 pesos ¿se acaba el hambre?
Lesly Mellado May
Mediáticamente se ha hablado mucho sobre la Cruzada Nacional contra el Hambre. En Puebla, la presentación se convirtió en un grito de guerra electoral de los federales contra el gobierno de Rafael Moreno Valle.
Pero más allá de las implicaciones políticas y electorales, aún no hay claridad sobre lo que en realidad se hará contra el hambre.
No es un reparto de despensas, dice la titular de Sedesol, Rosario Robles, pero abrirán bancos de alimentos y buscan donaciones en especie.
Asegura que se trata de una estrategia intersectorial, pero nada concreto.
El decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación donde se legaliza la Cruzada Nacional contra el Hambre no es más que un rosario de buenas intenciones, pero nada claro sobre las acciones que se realizarán.
Incluso, en la comparecencia de Rosario Robles ante la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara de Diputados, ni los legisladores de oposición atinaron a decir, criticar o preguntar exactamente qué hará el gobierno federal para que los mexicanos dejen de estar hambrientos. Los discursos giraron sobre el uso electoral y nada más.
La situación es grave pues oficialmente se reconoce que 7 de cada 10 hogares del país reportan algún grado de inseguridad alimentaria, y que el Programa de Desarrollo Humano Oportunidades apenas atiende a 5.8 millones de familias.
No obstante hay un número importante de familias que, pese a que forman parte de su población objetivo, no pueden ser atendidas por Oportunidades en virtud de que para su operación, este programa requiere de la existencia de servicios de salud y educación, los cuales no están disponibles para la totalidad de la población del país.
Así que se creó el Programa de Apoyo Alimentario que al menos en el Diario Oficial de la Federación tiene un rol primordial en las acciones que conforman la Cruzada Nacional Contra el Hambre que realiza el Gobierno de la República, “concentrando los esfuerzos que garanticen el derecho a la alimentación”.
Las familias elegibles para ingresar o reingresar al Programa de Apoyo Alimentario son los que aproximadamente tienen ingresos menores a los mil pesos mensuales.
Los montos mensuales entregados por el gobierno federal a quienes ni siquiera alcanzan Oportunidades, los pobres de los pobres entre los más pobres, son:
Alimentario 310 pesos por familia
Alimentario complementario 130 por familia
Infantil 115 pesos por cada niño o niña (hasta 3 por familia)
Estas cifras que indignan son las etiquetadas en las reglas de operación para el Programa de Apoyo Alimentario en 2013.
Estos 500 pesos por familia son parte de la Cruzada contra el Hambre, esas son las cifras y acciones de las que Rosario Robles no habla en los actos públicos.