Horarios para la reelección
Lesly Mellado May
Tras la decisión del TEPJF de que los alcaldes, regidores y diputados que buscan la reelección pueden permanecer en sus cargos mientras realizan campañas, el Instituto Electoral del Estado tuvo que remendar el reglamento en la materia para dar, al menos, apariencia de equidad.
Al Reglamento de Reelección se le adicionó el capítulo IX referente a “medidas de neutralidad” que tienen como objetivo “garantizar igualdad” entre todos los contendientes.
El acuerdo CG/AC-019/2021 aprobado el 20 de febrero tiene como primer ordenamiento para los servidores que buscan reelección: no hacer uso indebido de recursos públicos y no realizar proselitismo en horario laboral.
El IEE además pedirá a los candidatos a reelección un informe escrito que incluya: los días y horas de trabajo considerados como hábiles; lista con datos generales del “personal de apoyo” que tienen en los ayuntamientos y el Congreso; y calendario de actividades campaña.
Con esta información el organismo electoral pretende verificar que se cumplen “medidas de neutralidad”.
El IEE prohíbe a los candidatos a reelección entregar bienes y servicios en fechas distintas a las aprobadas en las reglas de operación de los programas, así como, hacer entrega de los beneficios de programas en eventos masivos.
Los alcaldes y diputados que buscan reelección no podrán difundir informes anuales de labores, de gestión o cualquier otro similar en el periodo de campaña.
Otros ordenamientos son similares a los que debe cumplir cualquier candidato: no realizar campañas de promoción personalizadas en medios de comunicación con cargo al erario; no emplear medios de comunicación, sitios de internet ni redes sociales oficiales para promocionarse; no usar personal ni parque vehicular oficial para actos de campaña; y no promover por cualquier medio audiovisual, impreso, escrito, digital u otro, su reelección en edificios municipales o del Congreso.
A primera vista parece que estas reglas no serán suficientes para frenar la tentación de continuar con la tradición mexicana de usar el aparato oficial para las campañas, sólo que ahora nos tocará verlo no únicamente en los máximos exponentes de la práctica, el PRIAN, también en los impolutos morenistas.
Los aspirantes a reelección sí pueden entregar obras y subsidios en su cargo público, aunque no en “eventos masivos”, pero como no hay una regla no sabemos exactamente a partir de cuántos asistentes se considera “masivo”.
Habrá prácticamente una línea invisible entre la agenda de alcalde o diputado y la de candidato porque ellos fijarán tiempos y actividades, y además pueden argüir que también hay una agenda privada en la que pueden reunirse con cualquier persona y grupo sin tener obligación de declarar si hablaron de votos, botas o devotas.
Al parecer las medidas de neutralidad adoptadas por el IEE serán fácil de neutralizar.