Opacidad, patrimonio poblano
Lesly Mellado May
En Puebla, estamos a punto de declarar patrimonio cultural a la opacidad, porque ya es parte de nuestra identidad.
Gobiernos y legisladores van y vienen, y en transparencia no hay más que retroceso.
El gran legislador de este primer periodo de sesiones que concluye este 15 de marzo, fue el gobernador Rafael Moreno Valle.
¿Qué propuso?, ¿en qué términos?, ¿qué modificaciones se hicieron los diputados?. Todo es un misterio y es que la mayor parte de las iniciativas no fueron publicadas en la página web del Congreso local como sí se acostumbraba hasta en los peores tiempos del marinismo.
Si bien los primeros cuatro documentos enviados por el Ejecutivo sí se colocaron en el sitio oficial del Legislativo, cuando empezaron los exabruptos fueron retirados y se canceló la publicación del resto.
Tal vez, lo peor de esta situación es la tolerancia mostrada por la presidenta de la Comisión de Transparencia, la diputada Josefina Buxadé, quien fue integrante de la CAIP y se distinguió por guerrear para que Mario Marín abriera sus más preciados archivos de gobierno.
En entrevista, la legisladora que se anotó a la contienda electoral como “ciudadana” explicó que aún discuten la pertinencia de publicar las iniciativas enviadas por el gobernador, pues existen dos posiciones: los que dicen que no hay problema que se publiquen como se hacía en antaño y quienes aseguran que mientras no sean aprobadas por el Legislativo no deben difundirse porque son “parte de un proceso legal”.
Entre los argumentos de los “opacistas”, se cuenta que si publican las iniciativas nos podemos confundir y pensar que es una ley.
Tras escuchar esto, no me queda más que emitir mi más sincero y profundo agradecimiento a los encargados de la transparencia en el Congreso que me protegen de la confusión.