Los abandonadores
Lesly Mellado May
La Volkswagen decidió crear una nueva planta de motores en Silao, Guanajuato, y no en Puebla, donde se asentó en los años sesenta.
Un amigo soltó a bocajarro por qué se iba la empresa alemana si Silao sonaba a un pueblo rascuache. La realidad es otra, los rascuaches somos nosotros y nos quedamos como la señora envejecida cuyo marido se lanzó a los brazos de una joven y estilizada mujer.
La armadora dio a la región poblana no sólo una importante derrama económica que generó pereza en los gobiernos que pensaron eterno el beneficio, en la cultura el Proyecto de investigación Puebla-Tlaxcala (1964-1969) marcó un hito.
Si bien Volkswagen se constituyó formalmente en México en 1964, desde antes se empezó a gestar el trabajo de la Fundación Alemana para la Investigación Científica que subsidió importantes estudios en la zona.
Los alemanes conocieron a detalle quiénes serían sus obreros y la tierra de la que sacarían en 1973 el primer auto para el mercado de Estados Unidos. Se realizaron estudios geográficos, arqueológicos, históricos y etnológicos, con el objetivo de entender las relaciones interétnicas en la región.
Entre la gente que participó en el proyecto se cuentan santones de la antropología y la arqueología mexicana como Guillermo Bonfil Batalla y Ángel García Cook. Hubo excavaciones en zonas arqueológicas y mucho más.
A la Fundación Alemana para la Investigación Científica se le debe, por ejemplo, el recuento exacto de posesión de tierras de los municipios conurbados a la capital desde la época virreinal.
Bajo sus auspicios se inició la reconstrucción de la pirámide de Cholula y se realizó un diagnóstico de la erosión hídrica del Valle Poblano-Tlaxcalteca (todavía hoy referente de los ambientalistas).
De hecho, no hay indagaciones sociales actuales que no hagan referencia al Proyecto de investigación Puebla-Tlaxcala que sobrevivió hasta los años setenta.
El gobierno alemán presenta así a la fundación: Organismo autónomo central de promoción de la actividad investigadora (www.dfg.de).
Y como todo en la vida, la actividad de la Fundación Alemana para la Investigación Científica tiene sus matices. Algunos académicos valoran en mucho el trabajo realizado en Puebla y Tlaxcala (en el que se incluyó a la UNAM y al INAH), y otros critican el afán explotador que tuvieron sus estudios.
Etiquetas: Fundación Alemana para la Investigación Científica, historia, Proyecto de investigación Puebla-Tlaxcala (1964-1969), Volkswagen