Versiones de Tamaulipas
Lesly Mellado May
He estado en Tampico un par de veces. He recorrido el edificio de la aduana marítima abierto en 1902 y hoy hecho museo. He caminado por su imponente Espacio Cultural Metropolitano que alberga además un espléndido museo de la cultura Huasteca.
Me he quedado con ganas de navegar por el Pánuco, pero no de sentarme en el zócalo a mirar que no hay ambulantes, ni limosneros, que la característica es la prosperidad.
He llegado a Altamira (de donde Cuco Sánchez llevaba una alegre canción), y me he deleitado recorriendo el puerto.
Me he sorprendido ante imponentes mansiones y he puesto la vista al disimulo cuando se han atravesado hombres armados.
No tengo más que una versión de turista. Una turista a la que en el hotel le advirtieron guardarse a las 21 horas, evitar transitar por carretera y menos si se conduce una camioneta.
Hoy, justo cuando hacía mi religiosa visita de los lunes a la tienda de revistas, caía muerto en Tamaulipas el candidato del PRI a gobernador, Rodolfo Torre Cantú. Aún sin saber la noticia me dispuse a leer Proceso que ofrecía una “Crónica desde una isla de terror”.
Aquí parte de la radiografía escrita por Gerardo Albarrán:
“La cotidianidad se mide en los calibres empleados y las granadas detonadas, el número de bajas, las horas de terror (…) Con la prensa amordazada, policías coludidas o sometidas, y autoridades políticas indolentes o en plena fuga, el rumor alcanza la categoría de leyenda urbana.
“Nadie sabe cuándo le va a tocar, pero todos entienden que será un día de estos, mientras llevan a los hijos a la escuela o hacen las compras de la semana o se aventuran por caminos y veredas para cualquier diligencia ineludible. El imaginario se debate entre las ganas de creer que se puede seguir como si nada y el rezo interno porque no sea hoy, porque no sea a mí ni a los míos.
“La violencia no deja espacio para el autoengaño; la cantidad de historias es abrumadora: Nuevo Laredo, Nueva Ciudad Guerrero, Mier, Camargo, Comales, Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Matamoros, Soto la Marina, Mante, González, Altamira, Ciudad Madero, Tampico y la capital, Ciudad Victoria, registran más de medio centenar de choques y masacres en los últimos seis meses. Son los que se notan. Aquí la muerte no toma asueto”.