Puntada de dominó
Lunes, 8 de Junio de 2009Lesly Mellado May
Por todos lados me llega la campaña del voto blanco. Versiones a favor y en contra, y como pocas veces me cuesta trabajo tomar una decisión al respecto.
Los candidatos de mi demarcación son: Francisco Ramos por el PRI, Luis Mora por el PAN, y del PRD, PT y Convergencia ¿alguien puede informarme?. Lo confieso, hasta este fin de semana me ocupé de indagar quiénes son los candidatos de la “izquierda” y no pude dar con ellos. Busqué en internet, propaganda en bardas y postes, pregunte a mis vecinos, y nada.
Sé que Francisco Ramos tiene como único mérito ser amigo de uno de los vástagos del gobernador ¿cómo puedo darle mi voto?. Seguramente será un joven más que caliente una curul en San Lázaro, que atenderá exclusivamente a los designios de quien le dio la candidatura, y que no será capaz de meter las manos ni en defensa propia. Un cero a la izquierda, pues. Ah, casi lo olvido, acaba de enseñar el cobre promocionando su imagen en un portal de gobierno, el del Instituto Poblano de la Juventud, del que fue director antes de que lo metieran de candidato. ¿Esa es la sangre nueva del PRI?
Sobre Luis Mora, declaro que no estoy dispuesta a tachar la boleta a favor de un hombre que aplica sólo algunas reglas morales de su religión para asuntos públicos. Ya me lo imagino votando a favor de la militarización del país, de políticas económicas que irían en detrimento de las clases populares, de disposiciones que limitarían los derechos de las mujeres.
Se me acabaron los candidatos y no encuentro al menos peor.
Si decidiera emitir mi voto en función del partido, tampoco encuentro razones para tachar la boleta. ¿Encuentra alguna diferencia entre el PRI y el PAN? Yo no, y mire que los conozco de cerca.
Tomando en cuenta mis afinidades con la izquierda debiera votar por el PRD y/o anexas, pero en Puebla no son más que un satélite del PRI. ¿Votar por ellos?, no.
Tengo que reconocer que en todos los partidos hay militantes trabajadores y comprometidos con el desarrollo social, e incluso rebeldes a sus dirigentes, pero no están en mi distrito como candidatos.
Considero entonces anular mi voto, pero ¿serviría de algo decirles a los políticos que estamos cansados?
Yo creo que lo saben y no les importa.
No tengo claro qué haré con la boleta el 5 de julio, mi indecisión es compartida por un buen número de ciudadanos: ¿les haremos o no un favor a los partidos políticos anulando los votos?
Lo que sí tenemos claro es que el sistema político mexicano está agotado, al igual que la democracia electoral, por lo que es necesario evolucionar. Es tiempo de construir un nuevo país, las evidencias del deterioro económico y social está en todos los lados, todos los días; la vía electoral parece no funcionar… ¿qué nos queda?