La Tenencia

Yo confieso que no he pagado la tenencia de mi auto, y de paso, aprovechando la Semana Santa en la que uno tiene que expiar sus culpas, entonces también confieso que ni siquiera tengo la intención de sacar de mis ahorros los 4 mil 40 pesos que requiero para cubrir esta obligación tributaria.

En total, 173 mil 690 miembros de Facebook se han sumado al grupo “A que junto 3 millones que no quieren pagar la tenencia 2010”, foro vinculado al sitio http://notenencia2010.wordpress.com/ en el que uno puede debatir ampliamente sobre a dónde va a parar el dinero que depositamos en la Secretaría de Finanzas y Administración.

Otro grupo en esta red social es “Puebla sin tenencia”, en el que apenas 66 cibernautas nos hemos inscrito, llama a condicionar el voto a gobernador de Puebla y apoyar solamente a quien cumpla con la promesa de derogar este impuesto en este 2010.

El llamado a meter presión ha puesto a priístas y panistas en una competencia para dejar mejor parado a su respectivo candidato, por el bando tricolor Javier López Zavala y por el blanquiazul Rafael Moreno Valle Rosas. Unos y otros presumen efímeras victorias sobre su “gallo” en relación a la autoría y cumplimiento de la propuesta de desaparecer el impuesto creado hace más de 40 años.

Los priístas sostienen que quien haya cumplido con la tenencia en este 2010, el próximo año ya no tendrá que pagar este impuesto ya que en el actual período de sesiones el asunto quedará resuelto en el Congreso Local.

Los panistas, alegan que la eliminación del pago de la tenencia no afectará las arcas estatales porque ya pagamos más de 600 millones de pesos por concepto del impuesto de la gasolina y diesel, además de recursos excedentes que tiene el gobierno de Mario Marín Torres por casi 8 mil millones de pesos. Bajo este argumento, los azules insisten en que la tenencia se elimine ya y sea retroactiva de tal manera que se devuelva el dinero a quienes han pagado hasta el momento.

Confieso que sí, la propuesta del PAN es una alternativa un tanto ilusa, descabellada y poco realista, pero mientras se define qué pasará con el bendito impuesto, yo (como muchísimos más que conozco) esperaremos hasta el último momento en aras de evadir todos los impuestos posibles. Así somos los mexicanos.

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