Y se casaron…
Lunes, Noviembre 29th, 2010Más que “jurarse amor eterno” o darse el romántico y trillado “si”, lo que Enrique Peña Nieto y Angélica Rivero hicieron con el show de este sábado al medio día fue legalizar el amasiato, como se dice aquí y en China.
Hoy la novela armada para que este par se convierta en la pareja presidencial que gane simpatía y con ello votos de cara a la sucesión del poder ejecutivo en 2012, ha dejado de lado un par de detalles perversos que, de recordarlos, empañarían la imagen angelical y de cuento de hada que poco trabajo les ha costado a los artífices de este melodrama.
De entrada la bella Gaviota de 41 años no es una blanca palomita. Después de 14 años de vivir en unión libre con el hermano de Verónica Castro, José Alberto Castro, contrajo nupcias en Acapulco con el que hasta hace dos años era el amor de su vida. Con dos años de matrimonio eclesiástico y tres hijas a cuestas, la protagonista de la telenovela “Destilando Amor” se enamoró casi casi “a primera vista” del (en ese entonces) recientemente viudo y poderoso, gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.
Luego entonces, el viudo de la política nacional más codiciado por las féminas movió cielo, mar y tierra para que el Papa Benedicto XVI bendijera su idilio con la actriz y, contrario a los tiempos que requeriría el trámite de cualquier cristiano común y corriente, logró liberar a su novia del pecado del adulterio al conseguir que la Santa Madre Iglesia determinara que aquella fiesta a la que acudieron 500 personas en Acapulco no fue una boda religiosa. Ahora si que le dijeron al “Güero” Castro “y hágale como quiera”.
Apenas en diciembre de 2008, la pareja de la farándula firmó un acuerdo legal, en el que supuestamente el hombre que le dio el primer papel a Angélica Rivera en la telenovela “Mi Pequeña Soledad”, a petición de la propia protagonista (Verónica Castro), se comprometió a dotar a sus tres niñas de un seguro de salud, apoyo monetario y educación. En términos económicos, desde entonces a la fecha la actriz recibe más de seis mil dólares al mes, de los cuales cuatro mil son destinados a la manutención, poco más de mil dólares para el chofer y otros gastos escolares.
Regresando a la “Boda del Año”, un aspecto importante han sido las publicaciones que la pareja ha hecho en sus muros de Facebook. Desde semanas antes del día del enlace matrimonial ambos escribieron románticas frases como la que subió la novia de esta historia: “Estoy muy agradecida con Dios por haberme puesto en el camino a un hombre tan maravilloso como Enrique. Un gran ser humano con quién comparto valores fundamentales en la vida: la familia, la amistad, la lealtad, el trabajo, la responsabilidad, la humildad, la compasión, la justicia, el coraje y la fe”.
Mención aparte merece el seguimiento en tiempo real de cada paso que hizo el sábado, el arreglo con el maquillista, la salida rumbo a la iglesia, la ceremonia civil. Lo sorprendente fueron los cientos de “Me Gusta” y comentarios que generaron las fotos y videos de la boda.