El día que calló la Arena Puebla
Jueves, Marzo 25th, 2010La del lunes fue una función de lucha libre sui generis, sin precedentes, de Ripley pues. Ahora resulta que “todo aquél al que se sorprenda gritando improperios en la Arena Puebla, será consignado a las autoridades”… sigo impactada por la noticia.
Osea, ¿cómo en la Arena Puebla, santuario de la catarsis vuelta mentadas de madre, pretenden instituir un “derecho de admisión”?. En una excelente crónica, publicada el miércoles en La Jornada de Oriente, Martín Hernández Alcántara, da cuenta de cómo la directiva de la sede de la lucha libre en Puebla prohibió a partir del pasado lunes (más a rudos que a técnicos) gritar groserías durante el espectáculo.
Pero la censura no para ahí, en aras de que la bien llamada “porra fresa” que está de lado de los técnicos no se sienta más agraviada, la directiva también prohibió la entrada con alimentos por lo que más que irritados, los poblanos están enfurecidos porque no se les dejó ingresar con “chela” y “cema” en mano. Y para rematar el cuadro, también se decomisaron los kilos de confeti que los seguidores de la “hurracarrana” se disponían a esparcir entre sus enemigos del bando contrario.
Total que tanta “sangronería” ha propiciado una huelga por parte del bando de los rudos, quienes esta vez no vaciaron el cochinito para llevar a todos sus hijos y mejor se abstuvieron de seguir la tradición de todas las noches de lunes.
La parte oficial argumenta que cada vez son más las quejas de los aficionados que ocupan regularmente las filas preferentes, de que el confeti cae en sus vasos con refrescos y cervezas, y que a veces los asistentes que se ubican en la parte más alta del inmueble ubicado en la 13 Oriente y la 4 Sur, suelen arrojar vasos llenos de orines sobre el público que se encuentra abajo.
Según, Hernández Alcantará, la medida extremista se dio a conocer a través del cartel que anunció el encuentro del lunes por la noche, mismo en el que se leía lo siguiente: “se prohíbe pronunciar palabras obscenas y arrojar objetos, la persona que sea sorprendida será consignada a las autoridades. Nos reservamos el derecho de admisión”.
“Estamos en huelga, porque no se vale que nos hagan esto. La lucha es una fiesta, un desmadre, es venir a mentar madres y a que te la refresquen sin que haya pedo. Ahora dicen que ni el confeti van a dejar pasar, ¡valen madre!”, exclamó a La Jornada de Oriente, un hombre oculto bajo la máscara del gigante Fishman.