Durante tres años, el fotógrafo Gabriele Galimberti viajó alrededor del mundo para documentar la vida de varios couch surfers; sin embargo, mientras hacía su tarea se topó en el trayecto con una constante: niños.

Al artista le llamó la atención las diversas maneras en que los pequeños se entretienen, dependiendo de sus recursos, de su cultura y del país en el que habitan. Así nació Toy Stories, una
colección de imágenes en las que los niños posaron con lo más valioso que tienen en su vida: sus juguetes.

Más allá de reflexiones sobre las carencias, los perfiles infantiles o la influencia de los adultos en los juegos de los hombres del mañana, creo que las imágenes hablan por sí solas:

1. Julius, 3, Lausanne, Suiza.

2. Tyra, 3, Stockholm, Suecia.

3. Watcharapon, 4, Bangkok, Tailandia.

4. Naya, 3, Puerto Viejo de Talamanca, Costa Rica.

5. Abel, 4, Nopaltepec, México.

6. Maudy, 3, Kalulushi, Zambia.

7. Allenah, 4, El Nido, Filipinas.

8. Mikkel, 3, Bergen, Noruega.

9. Arafa y Aisha, 5, Bububu, Zanzibar.

10. Shotaro, 5, Tokyo, Japón.

11. Sofía, 4, Avon, Inglaterra.

12. Enea, 3, Colorado, EE.UU.

13. Chiwa, Mchinji, Malaui.

14. Pavel, Kiev, Ucrania.

15. Niko, Homer, Alaska.

16. Tangawizi, Keekorok, Kenya.

Vaya inicio de semana que tuvo el rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez. No de muy buena gana debió salir a responder el tsunami de interrogantes que generó la información difundida el pasado jueves por el periódico Excélsior.

El escándalo hizo eco en la comunidad de amigos virtuales que el rector de la máxima casa de estudios tiene en Facebook. Ante el recuento de propiedades y lujos con los que vive Enrique Agüera, fue Oscar Alain Jaramillo Espinosa el primer valiente en preguntar directamente en el muro del rector qué tenían de cierto los comentarios sobre su misteriosa riqueza.  A pesar de haber hecho este comentario desde el pasado jueves, fue hasta la tarde de este lunes cuando Agüera Ibáñez respondió al joven que la información divulgada era incorrecta y que él responde con trabajo y resultados.

El valor de César Antonio Argüello Rosales fue más allá, pues de plano preguntó: “¿Qué pasó señor rector, a poco eso es ser orgullosamente universitario?”. La valentía de este muchacho fue aplaudida solamente por Betina Bernabé.

Así las cosas, el resto de la comunidad universitaria prefirió seguir subiendo fotos con las impresiones de las graduaciones de las últimas semanas. En todas estas fiestas, el rector ha acompañado a los estudiantes quienes lucen más preocupados por posar junto a él que por el número de propiedades que posee y el estilo de vida que lleva el administrador central de la máxima casa de estudios en Puebla.