Encontré una palabra que me llamó la atención. Haptonomía. Resulta que se trata de la felicidad por el tacto.
“Las manos puede ser un canal muy interesante para aliviar perturbaciones físicas y emocionales. Todos tenemos este poder, sólo que determinada gente puede valerse de esta energía y canalizarla positivamente”, explica la psicóloga argentina Vanesa Loiro.

No se trata de magia, espiritistas ni brujos, sino de la simple energía que todos tenemos. La famosa vibra que se canaliza para aliviar los procesos traumáticos que inhiben el desarrollo de nuestra estabilidad psicológica y emocional, esa que tanto ansiamos y pocas veces logramos.

Según la revista En Plenitud, estas son las características de la Haptonomía:

· Hace mucho hincapié en la vida afectiva de la persona
· Estudia las relaciones humanas basadas en el contacto táctil
· Se utiliza mucho para ayudar a las embarazadas y sus parejas durante la gestación y tras el parto
· Las sesiones duran treinta minutos, son guiadas por un especialista y luego se pueden practicar los ejercicios en casa
· Las embarazadas que quieran practicar esta técnica lo pueden hacer a partir del quinto mes de gestación.

Ventajas:

· El afecto que se recibe mediante el tacto aporta mucha tranquilidad
· Bienestar interior tanto para el que da la caricia como para el que recibe
· Armonía
· Alto nivel de seguridad y autoestima
· Mayor elasticidad de los tejidos
· Facilita el parto
· Disminuye las molestias características de la gestación
· Ayuda a disminuir a ansiedad
· Previene el parto prematuro

En esta fecha, cien por ciento comercial, pocos recuerdan a quién se le ocurrió dedicar un día a las progenitoras del mundo. Fue en 1905 cuando una joven de Filadelfia, Estados Unidos llamada Ana Jarvis, escribió a maestros, religiosos, políticos, abogados y otras personalidades, solicitando apoyo para celebrar a las madres el segundo domingo de mayo, día que correspondía con el aniversario luctuoso de su madre.

En México, el origen de la conmemoración del Día de las Madres es poco conocido; sin embargo, cumple 88 años de ser festejado. La convocatoria inicial para institucionalizar la celebración en el país fue lanzada el 13 de abril de 1922, por el periodista Rafael Alducín Bedolla.

De acuerdo con el INEGI, en 2009, el 42% de las madres tienen 1 ó 2 hijos, 33.9% entre 3 y 4, y 24.1% 5 hijos o más. En promedio, cada mujer tiene 2.3 hijos; la entidad que muestra el menor promedio es el Distrito Federal con menos de dos hijos, en tanto que en Zacatecas y Guerrero el valor alcanza los 2.8 hijos por mujer.

Por edad de la madre se observa que la mayor frecuencia de los nacimientos ocurre entre los 20 y 24 años.

Según el orden de alumbramiento en 1990, de cada 100 nacimientos 33 fueron de mujeres que experimentaron su primer parto, 24 el segundo, 16 el tercero, 9 el cuarto y en 16 de cada 100 el quinto o posterior . Para 2005 cambia la distribución, 70 de cada cien nacimientos corresponden a mujeres que experimentaron su primer o segundo parto, 17 el tercero y solo 13 de cada cien el cuarto o más.

Entre 1990 y 2005 disminuyó tres veces el porcentaje de nacimientos provenientes de madres sin escolaridad pasando de 10.7 a 3.5 por ciento; la proporción de alumbramientos de madres con primaria incompleta disminuyó a la mitad, pasando de 15.2 a 7.8 por ciento; en tanto que el porcentaje de aquellos cuya madre tenía secundaria o más aumentó en más de 13 puntos porcentuales, al pasar de 45.7 a 59.4 por ciento.

En 1990, 89.6% de los nacimientos era de madres que estaban casadas o en unión libre, en 2005 este porcentaje disminuyó a 85.5%. Los nacimientos de madres solteras aumentaron en proporción al pasar de 7 a 9.5 de cada cien.