“Un acosador puede tardar hasta 12 minutos para hacer que un menor se quite la ropa y se tome fotografías”. Me fui de espalda cuando leí esta primera sentencia en un artículo que Daniel Casados (@BlueCoat) escribió para la revista Forbes México. El autor fue contundente en el inicio de un interesante texto sobre qué es y con qué se come el “grooming”.
La reflexión giró en torno a esos 25 millones de niños de primaria que, en pleno receso escolar, se volcaron a internet. Sí, los cursos de verano no bastaron para tenerlos entretenidos. Y es que el último estudio sobre los hábitos de los usuarios de internet en México 2015, realizado por la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), confirma que a partir de los ocho años, se incrementa el número de niños que abren la puerta grande a internet con el fin de buscar entretenimiento o tareas escolares.
Según el autor, el “grooming” se entiende como una práctica online en la que “adultos buscan ganarse la confianza de un menor fingiendo empatía, cariño, etcétera, con fines de satisfacción sexual: buscan obtener imágenes del menor en situaciones de desnudez, sexuales o pornográficas, hasta la posibilidad de cometer abuso sexual sobre éste”. ¡Qué miedo!.
“El acosador generalmente es un adulto, y se vale de las nuevas tecnologías y medios (como celulares, foros y redes sociales) para establecer canales de comunicación directa con el menor, a fin de lograr lazos de amistad con éste. Tan sólo en 2013 se detectaron más de 12,000 cuentas personales falsas a través de internet, las cuales exhibían imágenes de explotación sexual infantil”.
¡Qué horror!
“Estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indican que cada año alrededor de 1.2 millones de niños, niñas y adolescentes son víctimas de trata en el mundo. Es el tercer delito más lucrativo, después del narcotráfico y tráfico de armas, generando entre 8,000 y 10,000 millones de dólares al año”.
Lo peor de este caso es que en México no existe una ley que tipifique el grooming como un delito que pueda recibir un castigo a fin de proteger a nuestros niños.
“Papás, ¿saben qué están haciendo sus hijos en internet?, ¿conocen cuáles son las redes sociales en las que participan?, ¿qué están publicando y con quiénes mantienen mayor comunicación?”, tres simples y básicas preguntas que BlueCoat lanza a los responsables de los hombres del mañana.
Este 2 de abril, la ONU ha convocado al mundo entero a vestirse de azul. No sólo las personas sino también monumentos de todos los países se iluminarán de este color para conmemorar el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo.
Cuando estamos ensimismados o absortos en nuestro mundito solemos decir – o suelen decirnos - como una justificación barata: “estoy autista”, siendo que en los hechos poco o nada sabemos de lo que viven quienes nacen bajo esta condición.
Contrario a lo que muchos creen, no es una situación rara que suceda una en un millón de casos, por el contrario, la tasa es muy alta en todas las regiones del mundo, se estima que 1 de cada 160 niños lo padece.
A propósito de este tipo de discapacidad que enfrentan familias enteras, existen dos películas argentinas que retratan esta problemática.
1. El Pozo. Cuenta la historia de Pilar, una mujer autista de 26 años de edad, que no se comunica con otras personas, vive en su propio mundo de fantasías, hasta que su familia toma una decisión que cambiará el curso de sus vidas. Aquí el tráiler:
2. Ocho Pasos Adelante. Narra la historia de cinco niños que vivien en Buenos Aires, Argentina, y la trama se centra en la importancia de la detección temprana y el diagnóstico de esta condición. Aquí un avance:
Se trata del lugar más caliente del mundo, según la ONU. El llamado Valle de la Muerte está ubicado en el estado de California, en Estados Unidos y este sitio registró una temperatura de 56.7 grados centígrados, la más alta en nuestro planeta el 10 de julio de 1913.
Un reporte de Planeta CNN, informó este lunes que el dato que confirma por qué se le denomina Valle de la muerte a esta zona, se oficializó una vez que una investigación realizada entre 2010 y 2011, desechó la versión que indicaba que la temperatura más alta había ocurrido en El Azizia, Libia, el 13 de septiembre de 1922, con 58 grados centígrados.
Y es que un grupo de expertos lo invalidó por varios problemas con la medición, entre ellos los instrumentos utilizados en ese entonces, la inexperiencia del observador y la ubicación del lugar donde se tomó la temperatura, en una zona de material similar al asfalto que no era representativa del suelo natural del lugar. Según un comunicado de esta organización, eso hizo que la temperatura registrada fuera unos 7 grados superior a la real.
Cada 5 de junio es la misma cantaleta: “no tirar basura”, “cuida el agua”, “no contamines”, “hay que frenar el cambio climático”, “el calentamiento global está fuera de control”, etc, etc. La verdad es que los grupos ambientalistas no se cansan de repetir los puntos básicos y claves que podrían salvarnos de un desastre ecológico. Lo triste es que no hacemos caso.
Mientras no sigue entrando por un oído y saliendo por el otro, la realidad es que el planeta agoniza, lo vemos quienes solemos viajar para apreciar la naturaleza o el ecosistema de uno u otro país y descubrimos que el orden está trastocado. Donde debía haber nieve no la hay por qué el clima gélido ha sido sobrepasado por los rayos del sol, donde debía haber un lago enorme o un mar con ballenas y tortugas, hay cuerpos de agua que año con año pierden sus niveles y van llenándose de basura o residuos tóxicos que van aniquilando a sus preciadas especies.
El lugar que pretendemos heredar a nuestros hijos, ya no hablamos de los hijos de ellos o nuestros bisnietos, está por perder a alrededor de 2,000 especies de flora y fauna, pues según cifras de este año del INEGI, diversas especies de plantas y animales se encuentran en situaciones de: vulnerable, en peligro, en peligro crítico y extintas.
A continuación algunas cifras que la misma ONU ha difundido en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente:
• México contribuye con alrededor de 1.6% de las emisiones de gases de efecto invernadero, ubicándose en la posición 13 de los países emisores.
• México se ubica en el 7° lugar en la producción mundial de petróleo, aportando cerca del 4% de la oferta total del planeta.
• De 1990 a 2010 la población de México se incrementó en 31 millones de personas, 1.5 millones en promedio cada año, esta cifra es equivalente a la población que actualmente reside en entidades como Zacatecas, o la de Campeche y Colima juntas, y representa un aumento de casi 30 mil habitantes cada semana.
• Para el año 2010, México ocupaba el lugar número 11 en población mundial, con 112´336,538 habitantes.
• En los países en desarrollo, hay más de 3,000 millones de personas que dependen de la biomasa tradicional (Conjunto de recursos forestales, plantas terrestres y acuáticas y de residuos y subproductos agrícolas, ganaderos, urbanos e industriales) para cocinar y como fuente de calefacción, y 1,500 millones de personas que carecen de electricidad, así como millones de ciudadanos que no pueden pagar estos servicios energéticos, incluso si están disponibles.
Desde 1994, por cortesía de la ONU, el 3 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Es común que hoy todos los reporteros y obreros de la información solemos recriminar al sistema, al gobierno, a Dios y a los horóscopos por la censura que existe desde que existe el poder, osea siempre.
Más allá de evadir nuestra culpa por la autocensura que ejercemos en el día a día o recordar la triste realidad de la mayoría de los medios de comunicación de México y el mundo, vale la pena hacer un ejercicio de reflexión y preguntarnos si realmente estamos haciendo bien la parte que nos toca en el proceso de informar y comunicar.
El periodista Darío Dávila compartió a través de su blog Periodismo Indeleble 18 puntos para recordar cómo tener los pies en la tierra, dirigido a los periodistas. Aquí van:
1.Aunque tú estés obligado a escribir o a entregar cinco notas diarias, nadie está obligado a leerte.
2. Por favor no escribas para lucir tu prosa, para tu jefe, compañeros de redacción o para ese político al que quieres caerle bien.
3. Escribe para aquel que gastará unas monedas y tal vez no conozcas. A ese lector, entrégale pasión, buena estructura y ortografía.
4. Olvídate de una vez por todas de contar esa historia como cada año lo haces. Reconoce que a veces tus historias aburren no porque sean malas sino porque las narraste igual durante los últimos cinco años.
5. Ya sabemos que eres el más experimentado de la fuente. Pero eso no te hace mejor que los demás si no te actualizas y compartes ese conocimiento con los que vienen detrás.
6. No supongas, ni confabules. Confirma, precisa, aclara, corrige si es necesario.
7. Si piensas que puedes ser editor solo porque redactas bien, tal vez estás equivocado. Un buen editor nunca abandona la calle ni física ni virtual (redes). Tiene capacidad de memoria histórica para hacer navegar hasta buen puerto las historias de reporteros jóvenes y no tan jóvenes.
8. Procura que tus historias no aburran. Tú bien sabes que ya tienes muy ensayadas las estructuras de tus notas. Sabes cómo colocar un enorme párrafo de contexto para llenar. O dónde ubicar citas del personaje con largas comillas. Evítalo de una vez por todas. Esa fórmula ya no funciona. Por eso tus historias no impactan.
9. Jamás te sientes a escribir cuando no tienes claro por qué vas a contar esa historia.
10. Ya deja de personalizar las críticas que los editores o colegas hacen de tu trabajo. Mejor realiza una autopsia de qué está fallando. Concéntrate en mejorarlo gradualmente.
11. Nunca dejes de estar en tu redacción y conectarte con tus compañeros. Siempre es bueno ver a los ojos a las personas con las que damos forma a nuestras historias. Si tu fuente está muy lejos de tu redacción, organízate para invitar a comer a tus editores y hablar de tu trabajo o de la vida.
12. Si te sientes secuestrado en tu redacción como muchos periodistas que están haciendo cosas que no les gusta hacer, replantea tu ruta de vida profesional. Los pájaros no cantan por obligación. A veces la infelicidad se nota en historias o en reporteros que solo cumplen para ganar un salario solamente.
13. Tal vez no llegues a final de la quincena con el salario que ganas. Sobre este punto, valdría la pena que te preguntaras: ¿Mi salario lo gané o lo diseñé? Si lo ganas es probable que estés muy inconforme . Si lo diseñaste tal vez fue porque te seguiste actualizando, esforzándote por hacer las cosas de manera diferente, conectándote con periodistas para hacer alianzas o aprender de ellos y te desprendiste de la arrogancia y el ego que te hacía pensar que eras mejor que los demás.
14. Pregúntate si eres el empleado perfecto o el periodista inquieto. El empleado perfecto, obedece religiosamente. Si le piden que “haga más grande una nota”, la hace. Entrega cinco notas diarias. No cuestiona las decisiones de su jefe por más obvias o simples que estas sean. Entra a las 9 y se va a las 6 de la tarde. El periodista inquieto aprende que este trabajo es un traje que no se puede quitar a la hora de dormir.
15. Evita alardear que eres amigo de poderosos. Mejor presume de esa historia que reporteaste y que convocó a un barrio a cambiar su realidad.
16. Desprográmate de lo programado. Huye de las conferencias de prensa donde todos estarán, la fuente que todos consultarán y la boca del poderoso donde todos pondrán la misma grabadora.
17. Si eres de los jefes que quiere medir la gestión del desempeño de tu redacción por el número de notas publicadas, tal vez sea mejor que pidas trabajo en una fábrica donde se producen galletas. Las redacciones no son fábricas de párrafos, sino refinerías donde los ingenieros (editores) seleccionan el mejor combustible para volverlas historias que hagan pensar.
18. Lee mucho y a diferentes autores. Examina cómo resolvieron sus textos, de qué manera reportearon, cuánto tiempo les tomó editar esa pieza.
Reportera. Adicta a las historias de vida, el cine, la música y las redes sociales. Orgullosamente universitaria de la Facultad de Ciencias de la Cominicación de la..