“¡Que alguien me explique!”, gritaban mis neuronas anoche que decidí activar mi cuenta en Twitter. Ya tenía un perfil, lo que seguía entonces era encontrar todo eso que las noticias dicen que la gente publica en esta red social.
En específico buscaba a José Hernández, el astronauta de padres mexicanos que había escrito la bitácora de la tripulación del Discovery, ubicado en su órbita a 360 kilómetros de altitud sobre la Tierra.
Antes de encontrar a este famoso personaje, realicé toda una travesía por este sitio lleno de microblogs. Por fortuna, en Facebook (al que también me llevó mis días agarrarle la onda) encontré un especialista en el mundo digital que me fue explicando de qué se trata la página. Resulta que millones de amantes del internet encontraron en los blogs un sitio muy pesado para expresar su sentir así que hallaron en Twitter un lugar para darle vuelo a la hilacha gracias a que no tienen que teclear largos textos, basta con mensajes no mayores a los 140 caracteres, éstos pueden ser enviados desde una computadora conectada a internet o bien desde celular como mensaje SMS.
Buscando algo que tuviera referencia con Puebla encontré universidades, negocios, antros, chavitos y no tan chavitos. Entre estos últimos descubrí al rector de la BUAP, Enrique Agüera Ibáñez, quien también se estrena en eso de los “tweest”, es decir mensajes cortos con los que va indicando si ya se va a comer, ya llegó a la inauguración del maratón de obras o incluso si es hora de ir a descansar porque al otro día le espera una ardua jornada. Desde el 11 de agosto, sólo ha enviado 7 mensajes y ha acumulado 13 “followers” (seguidores).
Sobre todo lo que leí tras el impacto tecnológico iremos escribiendo en los próximos días. Por lo que toca a José Hernández, me enteré de que 29 mil 869 miembros de esta red le siguen la pista y pueden estar al tanto de lo que este ingeniero va publicando. Su último mensaje fue enviado este martes: