Jesús Calleja vive para contarlo. Este famoso alpinista está dando la vuelta al mundo después de salir ileso a pesar de haber estado casi casi en el ojo de la erupción del volcán glacial Eyjafjallajökull, para ser más precisos, a 18 kilómetros del hemisferio norte.

Junto con su equipo, este aventurero se encontraba en una nueva expedición, la cual tenía como objetivo hacer una travesía invernal muy cerca del Círculo Polar Ártico, uniendo los tres volcanes más explosivos y peligrosos de Islandia. La ruta que se eligió no había sido recorrida nunca por este tipo de expedicionarios.

Su versión cuenta que iban avanzando, de frente al volcán, acortando distancias. “Pusimos la tienda en un colladito, de repente se abre el cielo y de frente a nosotros vimos una columna de tal magnitud que… ahora que hemos preguntado, medía ¡¡¡20 kilómetros de altura!!!”.

“Tenía mucha ceniza en suspensión, tenía “tekla”, cenizas ricas en flúor, característica de los volcanes de Islandia. El flúor es muy venenoso tanto para animales como para las personas, y claro, llegaban a tanta altura que si giraba el viento…”, comentó.

Otra de las heroínas de esta película es Aurelie Valtat, la twittera que ordenó el caos aéreo que sumergió a Europa por una semana. Esta experta en redes sociales de 30 años que edita la web de Eurocontrol envió desde el jueves al menos mil mensajes instantáneos en el microblog, mismos que se convirtieron en una de las principales fuentes de información para pilotos, pasajeros y periodistas.

Según el diario español El Mundo, la cuenta de Twitter, que la agencia europea para la seguridad en la navegación aérea creó en diciembre (cuando también entró en Facebook o YouTube), pasó en tres días de 300 seguidores a más de 7.000, con consultas de, al menos, 12.000 usuarios al día.

“Por lo instantáneo de Twitter, a veces todo parece que se da tarde”, explica la editora web, que el lunes afrontó el dilema de difundir o no mensajes sobre la supuesta erupción de un segundo volcán.