En nuestro país es muy común encontrar “treintañeros” que aún viven en casa de sus padres teniendo el mismo trato y comodidades que disfrutaban en sus tiempos escolares, a estos especímenes muchos especialistas los han denominado la “generación Peter Pan”.

En su última encuesta, Consulta Mitofsky, le preguntó a mil mexicanos mayores de edad cuando llegó su independencia del hogar materno y esto fue lo que encontró:

• 28% de los ciudadanos mayores de edad viven en la casa de sus padres, mientras que 72% declara ya no vivir con ellos.

• Por rangos de edad es lógica la mayor incidencia de los jóvenes que aún viven con sus padres, aunque destaca que el 45% de las personas entre 26 y 35 años vive aún con sus padres.

• 11% de los adultos que aún viven con sus padres se asumen como los jefes del hogar aportando el ingreso mayoritario.

• 40% continúa con la dependencia económica.

• 1 de cada 10 jefes de familia aún viven con sus padres sin importar el género.

• 64% de los dependientes económicos hombres permanecen con sus padres, mientras que en el caso de las mujeres sólo el 23% de las dependientes permanece en el hogar paterno.

• 61% de los mayores de edad que aún viven con sus padres no saben a qué edad lo dejarán.

• El 27% de los ciudadanos viven con su padres y de este grupo solo el 39% tiene alguna idea sobre la edad en la que le gustaría independizarse.

• A los más jóvenes les gustaría que fuera entre los 23 y 24 años, después de los 25 años ya se piensa en los 30 como una buena edad para asumir responsabilidades.

• 27% considera que la edad en que un hijo debería dejar la casa de sus padres es entre los 18 y los 21 años.

Ahora que se acerca el Día del Niño y los juguetes retros se ponen de moda, a todo mundo le da por querer ser chamaco otra vez, así que no está mal la idea de que aquellas damas que morían por la colección de Barbie tuvieran en su colección a la “Barbie Cuarentona”, por aquello de que sería una muñeca que creció con ellas. Aquí van las versiones que habría disponibles:

Barbie bifocales: Viene con su propio juego de lentes en seis colores, con cadenita al cuello para no perderlos y un juego de revistas Caras y Quien, en versión con letras grandes.

Barbie calores: Oprime el ombligo de Barbie, y podrás ver como su cara enrojece mientras tenues gotas de transpiración aparecen en su frente. Accesorios: un ventilador de mano, y pañuelitos de papel tissue.

Barbie vellos: Vea como crece al compás de sus cambios hormonales. Accesorios: pinzas de depilar y espejo con aumento.

Barbie fofa: Esconda los tríceps bamboleantes de Barbie con su nueva túnica de mangas anchas. También con buenas noticias en el frente de batalla de la panza: incluye un vestido hawaiano con faja incorporada.

Barbie juanete: Años de bailar música disco luciendo zapatos de taco aguja hicieron sufrir las consecuencias a los delicados y arqueados pies de Barbie. Suavice sus durezas con la piedra pómez y la escayola, y luego déjela deslizarse en sus suaves zapatillas de felpa.

Barbie No-más-arrugas: Borre esas molestas patas de gallo y arrugas en los labios con un tubo de Brillante Enduhido para tu Piel, de la exclusiva línea de cosméticos revienta-edad de Barbie

Barbie divorciada: Se vende a $199,99. Accesorios: la casa de Ken, el auto de Ken, el barco de Ken…

Barbie post-menopáusica: Esta Barbie moja sus pantalones cuando estornuda, olvida donde puso las cosas, y grita mucho. Se queja todo el tiempo y está cansada de Ken sentado en el sofá mirando la tele y haciendo zapping. Viene con pañales para adultos y Kleenex. Como oferta especial del año, incluye de regalo el libro “Cómo ponerte en contacto con tu Yo interior”.